Todavía hay confusión sobre cómo detectar y tratar las reacciones alérgicas graves

La anafilaxia es una reacción súbita y potencialmente mortal a alérgenos, incluyendo cantidades mínimas de ciertos alimentos como el huevo o el cacahuate.

Dos estudios recientes revelan que tanto las personas con alergias como sus cuidadores suelen desconocer cómo actuar y con qué rapidez ante una crisis de anafilaxia.

En muchas ocasiones, los pacientes dudan en buscar ayuda de emergencia, y otro estudio señaló que los protocolos para los equipos de servicios de emergencia que responden a estos casos varían ampliamente entre los estados.

"Muchos protocolos de anafilaxia en servicios médicos de emergencia son incompletos y/o están desactualizados", afirmó la Dra. Carly Gunderson, quien lideró el estudio sobre estos servicios. "Las discrepancias incluyen variaciones en la definición y tratamiento de la anafilaxia".

Gunderson es especialista en alergias e inmunología en el Memorial Healthcare System en Fort Lauderdale, Florida.

Ambos estudios se presentaron en la reunión anual del Colegio Americano de Alergias, Asma e Inmunología (ACAAI) en Boston.

Uno de los estudios encontró que los pacientes a menudo no tienen claro qué constituye una reacción anafiláctica ni cómo actuar cuando ocurre.

Este estudio, liderado por la Dra. Sasha Alvarado, codirectora de calidad y seguridad en el Colegio de Medicina Baylor, en Houston, encuestó a 96 pacientes y cuidadores en la sala de espera de una clínica de alergias para evaluar su conocimiento sobre la anafilaxia y los elementos deseados en un plan de acción para abordarla.

La epinefrina es el medicamento de rescate para la anafilaxia, y el equipo de Alvarado encontró que al 95% de los encuestados se les había prescrito, para administrarlo en caso necesario.

Aunque el 73% indicó sentirse "cómodo" reconociendo los síntomas de anafilaxia, solo aproximadamente 1 de cada 7 encuestados (14%) afirmó que usaría epinefrina como primera respuesta ante una crisis de anafilaxia.

La encuesta reveló varias razones para esta vacilación:

  • Falta de claridad sobre qué síntomas tratar (40.6%)
  • Dudas sobre cómo acceder a la sala de emergencias (24%)
  • Inseguridad al llamar al 911 (17.7%)
  • Falta de familiaridad con el uso de autoinyectores de epinefrina (11.5%)
  • Miedo a las agujas (5.2%)

"Sabemos que reconocer temprano la anafilaxia y tratarla con epinefrina mejora los resultados", dijo Alvarado, subrayando la necesidad de una mejor educación para los pacientes alérgicos.

Los protocolos en servicios médicos de emergencia también presentan inconsistencias.

El equipo de Gunderson investigó las diferencias entre los servicios de emergencia en 30 estados, enfocándose en los protocolos usados antes de que los pacientes fueran llevados al hospital.

Encontraron variaciones incluso en la definición de anafilaxia: solo la mitad de los estados incluía síntomas gastrointestinales, y solo el 40% consideraba las manifestaciones neurológicas para identificar un episodio.

En cuanto al tratamiento, aunque casi todos los estados (97%) recomendaban la epinefrina como primera opción, solo el 57% proporcionaba autoinyectores.

Los investigadores también observaron que el 90% recomendaba albuterol si había síntomas respiratorios, el 73% sugería líquidos intravenosos y el 60% recomendaba esteroides, aunque el uso de esteroides fue calificado como "anticuado".

Estos hallazgos, presentados en una reunión médica, deben considerarse preliminares hasta que sean publicados en una revista revisada por pares.

 
 

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