Los jacuzzis en el balcón privado pueden ser fuente de la enfermedad del legionario en los cruceros

Investiga tu bañera de hidromasaje privada la próxima vez que estés en un crucero, advierten los investigadores, ya que este lujo puede ser un foco de brotes de la enfermedad del legionario.

Un estudio reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. destaca que la bacteria Legionella prospera en ambientes cálidos y húmedos, lo que hace que los jacuzzis sean un entorno propicio para su desarrollo y propagación si no se mantienen adecuadamente. A diferencia de los jacuzzis públicos, los privados en los cruceros no están sujetos a los mismos estándares de mantenimiento, según Sooji Lee, epidemiólogo del CDC.

La enfermedad del legionario es una forma poco común de neumonía provocada por la bacteria Legionella, que puede hallarse en lugares como fuentes, duchas y jacuzzis. La infección se transmite al inhalar vapor o niebla que contiene la bacteria.

El primer brote mencionado en el informe se registró en un crucero en noviembre de 2022, donde cinco pasajeros enfermaron de legionelosis. Otros tres casos se confirmaron en cruceros posteriores. Aunque seis de los ocho enfermos requirieron hospitalización, no hubo fallecimientos. Este fue el brote más significativo asociado a cruceros investigado por los CDC desde 2008.

En un segundo brote en 2024, se reportaron cuatro casos de legionelosis, y todos los afectados también necesitaron hospitalización, pero tampoco hubo muertes.

Las investigaciones en el primer barco no encontraron Legionella en las áreas comunes, pero al comprobar el agua de los jacuzzis privados, seis de diez mostraron altos niveles de la bacteria. En el segundo barco, también se detectaron especies de Legionella en todos los jacuzzis privados, los cuales permanecieron cerrados hasta que se realizó la remediación y se obtuvieron resultados negativos.

Los problemas que facilitaron el crecimiento de la bacteria incluyeron el funcionamiento de los jacuzzis a temperaturas óptimas para Legionella durante periodos prolongados y la falta de desinfectante. Además, al estar al aire libre y en distintos niveles del barco, el vapor podría dispersar la bacteria a los pasajeros cercanos.

Los jacuzzis privados no tienen los mismos requisitos de desinfección continua que los públicos, lo que puede dejar a los pasajeros vulnerables a la enfermedad del legionario. Los investigadores sugieren que modificar los protocolos de mantenimiento de los jacuzzis públicos para su uso en privados al aire libre podría reducir el riesgo de transmisión de Legionella.

Este informe se publicó en la edición del 24 de octubre de la revista Morbidity and Mortality Weekly Report del CDC.

 
 

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