Incluso los fumadores empedernidos podrían dejar de fumar si se les dan las herramientas adecuadas

Un ensayo clínico reciente descubrió que los fumadores tienen más éxito al dejar de fumar cuando reciben apoyo automáticamente, incluso si no lo solicitaron. Las tasas de abandono del tabaco fueron más altas entre los pacientes que participaron en un programa de "exclusión voluntaria", en el cual se les prescriben medicamentos y consejería para dejar de fumar sin que ellos lo pidan, siempre que se detecte que son fumadores.

Este programa se denomina de "exclusión voluntaria" porque los participantes reciben el tratamiento a menos que elijan activamente no hacerlo. Tras un mes, el 22% de las personas incluidas en este programa habían dejado de fumar, en comparación con el 16% de los fumadores que participaron en un programa tradicional donde debían optar por recibir el tratamiento, según lo reportado por los investigadores en la revista *JAMA Network Open*.

La investigadora principal, Kimber Richter, profesora de salud poblacional del Centro Oncológico de la Universidad de Kansas, comentó: "Los proveedores de salud no preguntan a los pacientes si desean recibir tratamiento para otras afecciones como el asma o la hipertensión. Simplemente identifican el problema y brindan el mejor tratamiento posible". Agregó que, con este ensayo, querían explorar qué sucedería si trataran la adicción al tabaco de manera proactiva, como con otras enfermedades.

Para el estudio, casi 750 fumadores que recibían atención en el Sistema de Salud de la Universidad de Kansas fueron consultados sobre su interés en dejar de fumar y luego asignados al azar a dos grupos. Los del grupo de exclusión voluntaria recibieron automáticamente un kit de inicio con parches y chicles de nicotina, una receta para medicamentos, un plan de tratamiento y llamadas de seguimiento. Podían rechazar cualquier componente del tratamiento, pero tenían que hacerlo activamente.

En el grupo de inclusión, a las personas se les ofreció la opción de elegir si querían alguno o todos estos apoyos. Los resultados mostraron que, en ambos grupos, los fumadores eran más propensos a dejar de fumar con éxito si tenían el deseo de hacerlo.

Sin embargo, el estudio también reveló que, independientemente de su deseo inicial de dejar de fumar, los fumadores tenían más probabilidades de tener éxito cuando recibían ayuda de manera automática. Por ejemplo, el 8% de los fumadores que no tenían intención de dejar de fumar lograron dejarlo con el programa de exclusión, mientras que el 32% de los que tenían un fuerte deseo de dejar de fumar lo consiguieron bajo este programa.

El profesor Byron Gajewski, investigador principal del estudio, concluyó que este enfoque proactivo de ofrecer ayuda sin necesidad de una fuerte motivación inicial puede ser una estrategia efectiva para ayudar a más personas a dejar de fumar.

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