Las estrategias implementadas han dado resultados muy favorables en la jurisdicción sanitaria, logrando una disminución en los embarazos entre menores.
Gracias al arduo trabajo realizado a lo largo del año, con el apoyo de distintas instituciones y la voluntad de muchas personas, se ha logrado reducir el número de embarazos entre adolescentes en la jurisdicción sanitaria número uno.
Este esfuerzo incluye la implementación de charlas preventivas en escuelas y diversos sectores públicos, con el objetivo de concientizar a este grupo de la población sobre las implicaciones de un embarazo no planeado, tanto en términos de salud como de la carga económica que conlleva la manutención de un menor.
Promoción de la Salud. Iván Padilla, coordinador del departamento de planificación y salud sexual de la jurisdicción, destacó la importancia de involucrar a los padres de familia en estas conversaciones. Según Padilla, la orientación más efectiva proviene del hogar, donde los padres pueden proporcionar el apoyo y la información necesaria para que sus hijos comprendan mejor las responsabilidades asociadas a la sexualidad y la prevención de embarazos.
Promotores. Las charlas organizadas por las autoridades de salud buscan empoderar a los jóvenes para que se conviertan en promotores de estos temas, compartiendo el mensaje con su comunidad y reforzando así las acciones emprendidas.
El embarazo en adolescentes no solo afecta la salud de las jóvenes, sino que también impacta negativamente su permanencia en la escuela y sus oportunidades laborales futuras.
La falta de acceso a oportunidades recreativas y sociales de calidad, junto con la carga de asumir responsabilidades para las que no están preparadas, contribuye a un ciclo de pobreza y limitación en el desarrollo humano. Además, el embarazo no deseado y las relaciones sexuales sin protección aumentan el riesgo de adquirir infecciones de transmisión sexual.