Con el objetivo de evitar situaciones que compliquen las líneas de drenaje de la ciudad, se está prestando especial atención a la supervisión de los comercios para prevenir taponamientos derivados de grasas que pudieran ser arrojadas a los registros. Estos taponamientos pueden causar el desborde de aguas negras, lo que representa un problema grave debido a las múltiples incomodidades que genera en la comunidad.
El gerente del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (SIMAS), Juan Olvera, explicó que el proceso de supervisión consiste en verificar que los establecimientos cuenten con las trampas de grasas necesarias y que estas funcionen correctamente.
Actividades. Para ello, se lleva un registro detallado en una bitácora que documenta las actividades de supervisión, así como el mantenimiento que deben recibir estas trampas en intervalos regulares. Esta atención es esencial, ya que el incumplimiento de estas normativas puede dar lugar a multas que varían entre 2,000 y más de 30,000 pesos, dependiendo de la gravedad de la infracción. Es fundamental destacar que, así como se realizan campañas para fomentar el cuidado del agua, también es importante preservar el adecuado funcionamiento del drenaje para evitar taponamientos. Se ha documentado que los brotes de aguas negras que ocurren en la ciudad suelen estar acompañados de residuos de objetos que no deberían estar presentes en estas líneas.