Las empresas de autobuses que operan en Piedras Negras han dejado de exigir documentos migratorios para prestar sus servicios, lo que marca un cambio en las políticas que implementaron a raíz de la crisis migratoria que afectó a la región el año pasado.
Durante la emergencia migratoria, las autoridades locales, en coordinación con el Instituto Nacional de Migración (INM), pidieron a las compañías de transporte que no permitieran a los migrantes utilizar sus servicios si no contaban con un permiso oficial emitido por el INM. Esta medida fue implementada para limitar el flujo de personas que intentaban cruzar el país sin documentos, con la intención de llegar a la frontera con Estados Unidos. Gracias a esta política, miles de migrantes no pudieron avanzar tan fácilmente, lo que se tradujo en un control más estricto del tránsito de migrantes en la región.
Este cambio en las políticas de las empresas de autobuses representa una nueva fase en la gestión de la migración en Piedras Negras, donde la flexibilización de requisitos podría facilitar el movimiento de personas.
Sin embargo, también plantea interrogantes sobre la seguridad y el manejo de la migración en la región, lo que requerirá un monitoreo constante por parte de las autoridades para equilibrar la necesidad de asistencia humanitaria con control de flujos migratorios.