Palabras llenas de amor, cantos y hasta porras fueron las que se presentaron en la misa de cuerpo presente del sacerdote Rodrigo Hernández Cerda, quien fue velado desde la noche del miércoles en la parroquia del Verbo Encarnado, Frontera. Fueron decenas de feligreses los que saturaron la parroquia para despedir al padre; a su vez estaban presentes los familiares y todos sus hermanos del ministerio de la Región Centro.
Impactante. La comunidad quedó consternada por el inesperado encontronazo en la carretera Monclova-Saltillo que el padre protagonizó el pasado lunes y que lo llevó a perder la vida el día miércoles, sin embargo, no fue un impedimento para que todos aquellos que lo apreciaban acudieran a despedirlo, un hombre sencillo, de vocación y que siempre soñó con ser un sacerdote es como lo describieron sus familiares. Cumplió el sueño de ser un representante de la iglesia, pues durante 13 años desempeñó su vocación con mucho amor y empatía.
Esto se vio reflejado en cada una de las personas que llenó el templo parroquial con el deseo de despedirse. En su última encomienda permaneció como párroco de la San Carlos Borromeo en Candela y anteriormente había estado en el Verbo Encarnado. El día de hoy sus restos tendrán cristiana sepultura en el cementerio Jardines del Santo Cristo en Saltillo.