En redes sociales acusó a la inspectora de haber tomado la caja registradora y hurtado el dinero; sin embargo, el propietario del inmueble desmintió dicha acusación.
En medio de una creciente controversia en redes sociales, Óscar Armando Calixto Valadez, propietario del billar-bar Jockey Club, ha salido al paso para desmentir las acusaciones que lo involucran en un incidente con una inspectora municipal.
Este desmentido se produce tras la clausura del establecimiento el pasado 27 de septiembre, cuando se detectó que había consumidores dentro del local minutos después de las 2:00 de la madrugada, lo que viola las normativas de horarios establecidos para este tipo de negocios.
Situación. Las acusaciones en redes sociales apuntan a que una inspectora municipal habría tomado la caja de dinero del bar durante la clausura. Calixto Valadez, visiblemente afectado por la situación, afirmó que la información es completamente falsa. “Es una mentira, no es así. Lo que está circulando en las redes no es cierto, no fue así”, expresó, enfatizando que las versiones que se están compartiendo son inexactas y malintencionadas. El propietario detalló que, en el momento de la intervención, los inspectores municipales llegaron al local para desalojar a los clientes que se encontraban en el interior tras el horario permitido. “Desalojaron a la gente, y ya estando todos afuera, la inspectora tomó la caja y me la entregó en la salida. Cerramos, y ella me devolvió la caja con aproximadamente 4 a 5 mil pesos”, relató.
Capturas. Según Calixto, la inspectora actuó de manera profesional, asegurando que el procedimiento se llevó a cabo sin contratiempos. Además, Calixto Valadez comentó que el Jockey Club cuenta con un sistema de videovigilancia, lo que podría respaldar su versión de los hechos.
Sin embargo, admitió no tener información sobre quién realizó las capturas de pantalla que han sido difundidas en las redes, en las que supuestamente se ve a la inspectora manipulando la caja de dinero. “No sé quién tomó esas imágenes, ni cómo se hicieron, pero estoy seguro de que todo fue un malentendido”, afirmó. La situación ha generado una serie de reacciones tanto en la comunidad como entre sus clientes. Muchos han expresado su apoyo al propietario, quienes aseguran que siempre han disfrutado del ambiente del Jockey Club y que nunca han tenido problemas con el cumplimiento de las normativas. “Es triste ver cómo se pueden difundir mentiras que afectan la reputación de un negocio que ha sido parte de nuestra comunidad durante años”, comentó un cliente habitual del establecimiento.