En 2022, México reportó más de 31,000 nuevos casos de cáncer de mama, consolidándose como el tipo de cáncer más frecuente en el país, especialmente entre las mujeres.
Este preocupante incremento en el número de casos está asociado a una alta tasa de mortalidad, ya que en el mismo año se registraron 8,195 decesos relacionados con esta enfermedad, lo que la posiciona como el segundo cáncer más letal en el país, solo superado por el cáncer de pulmón.
El cáncer de mama se caracteriza por un crecimiento descontrolado de células en el tejido mamario, que puede originarse en diferentes áreas de la mama. Los tumores, que son bultos de células malignas, son los responsables de esta enfermedad. Existen varios tipos de cáncer de mama, siendo el carcinoma ductal, el triple negativo y el cáncer de seno inflamatorio los más prevalentes en la población mexicana.
Tipos de cáncer de mama más comunes
Carcinoma ductal: Este tipo de cáncer se origina en los conductos que llevan la leche desde los lobulillos hasta el pezón. Es el más común y presenta una tasa alta de diagnóstico temprano si se detecta a tiempo.
Cáncer de mama triple negativo: Se trata de un tipo invasivo que afecta a mujeres cuyas células no tienen receptores hormonales de estrógeno ni progesterona, y tampoco presentan exceso de la proteína HER2. Este cáncer es agresivo y generalmente se diagnostica en etapas avanzadas, complicando su tratamiento.
Cáncer de seno inflamatorio: Este tipo bloquea los vasos linfáticos de la piel de la mama, provocando inflamación que puede confundirse con una infección. Aunque es menos frecuente, suele ser más agresivo y afecta principalmente a mujeres jóvenes.
Factores de riesgo y síntomas
Aunque el cáncer de mama puede afectar a cualquier persona, las mujeres tienen mayor predisposición que los hombres a desarrollarlo. Entre los factores de riesgo más significativos se encuentran los antecedentes familiares de la enfermedad, el inicio temprano de la menstruación, la densidad del tejido mamario y el uso prolongado de terapias hormonales durante la menopausia.
Asimismo, se ha determinado que las mujeres que tienen hijos a edades avanzadas o que entran en la menopausia después de los 55 años tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de mama. También están en mayor riesgo aquellas que han presentado alteraciones previas en el tejido mamario o que reciben tratamientos hormonales.
Los síntomas que deben alertar a las mujeres incluyen la aparición de un bulto en la mama, cambios en la forma o tamaño, alteraciones en el color de la piel y el pezón, y enrojecimiento o inflamación. Aunque estos signos no siempre indican cáncer, requieren atención médica inmediata para descartar cualquier patología grave.
El impacto global y la necesidad de concienciación
A nivel internacional, el cáncer de mama representa una preocupación creciente. En 2022, se diagnosticaron más de 2.29 millones de nuevos casos, y 666,000 personas fallecieron a causa de esta enfermedad. Octubre, conocido como el Mes de la Concienciación sobre el Cáncer de Mama, es un momento clave para resaltar la importancia de la detección temprana y la educación sobre esta enfermedad.
La detección temprana puede ser determinante en la lucha contra el cáncer de mama. La autoexploración regular y las mamografías a partir de los 40 años son herramientas esenciales para identificar posibles anomalías. Además, los avances en tratamientos como la cirugía conservadora, la quimioterapia, la radioterapia y las terapias dirigidas han mejorado significativamente las tasas de supervivencia en los últimos años.