Las mamografías pueden reducir hasta un 30% la mortalidad por cáncer de mama

El cáncer de mama es la enfermedad oncológica más frecuente entre las mujeres en todo el mundo, y cada 19 de octubre se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama.

En México, donde el cáncer de mama es la principal causa de mortalidad por cáncer en mujeres, la detección temprana se presenta como la mejor herramienta para combatir esta enfermedad y salvar vidas.

La identificación temprana del cáncer de mama tiene un impacto fundamental en las tasas de supervivencia. Cuando se detecta en sus etapas iniciales, las opciones de tratamiento son más efectivas y los pronósticos mejoran notablemente.

De acuerdo con la Gaceta Mexicana de Oncología, las mamografías pueden reducir la mortalidad por cáncer de mama hasta un 30%, ya que permiten detectar tumores cuando todavía son pequeños y tratables.

A pesar de la eficacia demostrada de las mamografías, las estadísticas en México son preocupantes. Según datos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), solo el 20% de las mujeres mayores de 40 años en México se han realizado una mamografía en el último año.

Este bajo porcentaje refleja una alarmante falta de conciencia y educación sobre la importancia de este examen preventivo. Muchas mujeres no consideran la mamografía parte de su chequeo regular, lo que retrasa el diagnóstico y disminuye sus posibilidades de superar la enfermedad.

Obstáculos para la detección temprana

La falta de acceso a servicios de salud, sobre todo en comunidades rurales o marginadas, es uno de los principales factores que dificultan la detección temprana del cáncer de mama en México. Con frecuencia, las mujeres en estas áreas no tienen la infraestructura sanitaria necesaria ni el personal médico especializado para realizar estos exámenes vitales.

Asimismo, los factores culturales juegan un papel significativo. A menudo, hay miedo o desconocimiento acerca de los exámenes de detección, o las mujeres posponen su atención médica debido a responsabilidades familiares o laborales. Además, el estigma asociado al cáncer de mama, especialmente en ciertas regiones del país, puede generar resistencia a someterse a revisiones periódicas.

Es esencial cambiar esta perspectiva. La detección temprana debe ser considerada no como una opción, sino como una prioridad de salud pública. Es fundamental que las campañas de concientización se centren no solo en informar, sino en educar a las mujeres sobre la importancia de cuidar su salud y realizar estudios preventivos, como la mamografía, de forma regular.

Avances tecnológicos y tratamiento del cáncer de mama

A medida que la tecnología médica avanza, también lo hacen las herramientas para combatir el cáncer de mama. En México, cada vez más centros médicos cuentan con tecnología de vanguardia para realizar mamografías, ultrasonidos y biopsias mínimamente invasivas, lo que facilita diagnósticos más precisos y menos invasivos.

Además, el enfoque multidisciplinario ha transformado el tratamiento del cáncer de mama. Equipos compuestos por oncólogos, cirujanos, radiólogos y especialistas en rehabilitación colaboran para diseñar planes de tratamiento personalizados, adaptados a las necesidades específicas de cada paciente. Este enfoque integral no solo busca erradicar el cáncer, sino también mejorar la calidad de vida de las pacientes durante y después del tratamiento.

“La falta de información y educación sobre la importancia de la detección temprana contribuye a diagnósticos tardíos y, en consecuencia, a una mayor mortalidad. El cáncer de mama es una enfermedad que requiere un enfoque preventivo. Cuanto antes se detecte, mayores son las probabilidades de éxito en el tratamiento”, afirma la Dra. Bianca Granados Pinedo, Directora Médica Corporativa de Hospitales MAC.

 

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