Impacto de los planes arancelarios de Donald Trump en la economía de EU
Con su característica bravuconería, Donald Trump prometió que si los votantes lo devuelven a la Casa Blanca, “la inflación desaparecerá por completo”. Es un mensaje dirigido a los estadounidenses que todavía están exasperados por el aumento de los precios al consumidor que comenzó hace tres años y medio.
Durante su mandato, Trump inició una guerra comercial con China, imponiendo aranceles elevados a la mayoría de los productos chinos. También aumentó los impuestos a las importaciones de acero y aluminio, lavadoras y paneles solares. Tiene planes aún más ambiciosos para un segundo mandato: quiere imponer un arancel del 60 por ciento a todos los productos chinos y un arancel “universal” del 10 o 20 por ciento a todo lo demás que ingrese a Estados Unidos.
Trump insiste en que el costo de gravar los bienes importados lo absorben los países extranjeros que los producen. Pero la verdad es que los importadores estadounidenses pagan el arancel y luego suelen trasladar ese costo a los consumidores en forma de precios más altos, que es como los propios estadounidenses terminan soportando el costo de los aranceles.
Más aún, como los aranceles aumentan el costo de las importaciones, la competencia debilitada de los productos extranjeros hace que sea más fácil para los productores estadounidenses aumentar sus propios precios.
“No hay duda de que los aranceles son inflacionarios”, dijo Kent Smetters, del Penn Wharton Budget Model de la Universidad de Pensilvania, que estudia los costos de las políticas gubernamentales. “Exactamente, cuánto: ahí es donde los economistas pueden debatirlo”.
El impacto inflacionario de los aranceles puede depender de cómo reaccionen los consumidores a los precios más altos de las importaciones: ¿siguen comprando los productos extranjeros más caros (¿ya sea una cafetera china, una caja de chocolates suizos o un automóvil fabricado en México?) ¿U optan por un producto alternativo fabricado en Estados Unidos? ¿O dejan de comprar esos bienes por completo?
Kimberly Clausing y Mary Lovely, del Instituto Peterson, han calculado que el impuesto del 60 por ciento propuesto por Trump sobre las importaciones chinas y su arancel máximo del 20 por ciento sobre todo lo demás, en conjunto, impondrían una pérdida después de impuestos a un hogar estadounidense típico de 2 mil 600 dólares al año.