La defensa de Rubí había solicitado una audiencia previa tras conocer la sentencia.
El proceso judicial de Rubí Carrizales Ramírez, acusada de homicidio tras causar un accidente fatal en 2017, continúa extendiéndose sin un final claro a la vista. Este martes, la defensa legal de la sentenciada solicitó una audiencia para tratar de llegar a un acuerdo reparatorio con los familiares de las víctimas, pero en un inesperado giro de los acontecimientos, desistieron del acuerdo minutos antes de ingresar al tribunal. La decisión retrasó aún más un proceso que ya acumula más de siete años de trámites judiciales, dejando a las familias afectadas en la incertidumbre.
Un acuerdo fallido y más incertidumbre
La audiencia estaba programada en el Centro de Justicia Penal a petición de la defensa de Carrizales, quienes habían propuesto un monto inferior al establecido por ley para la reparación del daño. A pesar de ser una cifra menor, Laura Vielma, madre de Camila, una de las víctimas del accidente, aceptó la propuesta con la esperanza de cerrar este doloroso capítulo. El acuerdo, que sería formalizado ante la autoridad judicial, era visto como una salida rápida a un caso que ha sido largo y lleno de obstáculos.
Sin embargo, justo antes de que se concretara la audiencia, la defensa de Rubí Carrizales decidió dar marcha atrás. Al parecer, este cambio de último momento se debió a que, aunque se formalizara la reparación del daño, Carrizales aún tendría que cumplir su condena de prisión, una sentencia recientemente ratificada por el Tribunal Superior de Justicia.
La ratificación de la sentencia y su impacto
El pasado viernes 11 de octubre, el Juzgado Penal recibió la resolución definitiva del Tribunal Superior de Justicia, en la cual se confirmó la sentencia de 9 años de prisión dictada por el juez Óscar Cadena García. Carrizales fue condenada en 2019 por homicidio, tras haber causado un accidente vehicular en estado de ebriedad en 2017, que resultó en la muerte de dos personas: Yolanda Carrizales, quien falleció instantáneamente, y Camila Vielma, de 14 años, quien murió tres días después a causa de las graves heridas que sufrió en el accidente.
La confirmación de la pena ha sido un respiro para los familiares de las víctimas, quienes llevan años luchando en tribunales por justicia. “Siento alivio, pero también miedo de que no se haga efectiva la sentencia. Hemos visto cómo Rubí ha logrado evitar la cárcel todo este tiempo, y temo que con otro amparo se retrase todo de nuevo”, dijo Laura Vielma con evidente preocupación tras conocer la ratificación del fallo.
Una lucha judicial que no termina
Desde el trágico accidente en 2017, el proceso judicial ha sido complicado y prolongado. Rubí Carrizales, quien en ese momento conducía en estado de ebriedad, chocó contra el vehículo donde viajaba Yolanda Carrizales. La mujer murió en el acto, mientras que Camila, que estaba en el mismo coche con Rubí, fue llevada de emergencia al hospital. Pese a los esfuerzos médicos, falleció tres días después debido a las graves lesiones sufridas.
El caso ha estado marcado por varios aplazamientos y recursos legales presentados por la defensa de Carrizales. En 2019, fue sentenciada a 9 años de prisión, pero logró evitar el cumplimiento de la pena mediante amparos y trámites que han mantenido su libertad hasta ahora. No obstante, con la reciente ratificación de la sentencia, el juez Cadena García ha revocado cualquier permiso que Carrizales pudiera tener para permanecer fuera de prisión, y ha ordenado su ingreso inmediato al Centro Penitenciario Femenil de Piedras Negras, donde deberá cumplir la totalidad de su condena.
La angustia de las familias
Para los familiares de las víctimas, cada aplazamiento representa un nuevo golpe a su búsqueda de justicia. “Nosotros hemos esperado más de siete años para que se haga justicia por la muerte de mi hija. Rubí ha tenido suficientes oportunidades para reconocer su error y cumplir su condena. No entendemos por qué sigue buscando retrasar todo”, añadió Vielma con lágrimas en los ojos.
El miedo de la familia Vielma es compartido por muchos en la comunidad, ya que el caso ha generado un fuerte interés público en Coahuila. La incertidumbre de si Rubí Carrizales logrará una vez más evadir la cárcel ha dejado a los afectados en un estado de angustia constante. Para ellos, la justicia aún no se ha hecho realidad, y temen que nuevos recursos legales prolonguen su sufrimiento.
Un final incierto
A pesar de la ratificación de la sentencia y de la orden de ingreso a prisión, el proceso legal de Rubí Carrizales Ramírez sigue sin una fecha definitiva para su conclusión. El aplazamiento de la audiencia de reparación del daño es solo otro capítulo en un caso que ha puesto a prueba los límites del sistema judicial y la paciencia de las familias afectadas.
Con la confirmación de la condena, Rubí Carrizales enfrenta la posibilidad de cumplir los 9 años de prisión sin derecho a beneficios de libertad anticipada. Sin embargo, con un historial de amparos y recursos presentados por su defensa, la posibilidad de nuevos retrasos continúa siendo una amenaza latente.
El desenlace de este proceso sigue siendo incierto, mientras las familias de las víctimas claman por un cierre a una tragedia que ha marcado sus vidas para siempre.