Lo que comenzó como un reporte de robo derivó en un fuerte enfrentamiento a las afueras de un taller de enderezado y pintura, ubicado en la colonia Industrial, donde el mecánico Ramiro, arrendatario del local, sostuvo una acalorada discusión con las propietarias del inmueble, las hermanas Morales.
El conflicto se desató cuando las hermanas, dueñas del establecimiento, decidieron abrir el taller argumentando que Ramiro no había pagado la renta de 4 mil pesos mensuales, correspondiente al acuerdo de arrendamiento. Según las Morales, esta falta de pago justificaba su intervención para tomar posesión del negocio.
Por su parte, Ramiro se defendió enfáticamente, asegurando que jamás ha incumplido con los pagos y que la apertura del taller por parte de las dueñas fue una acción indebida. Ambos bandos se acusaron mutuamente, lo que intensificó la tensión en el lugar.
Ante la gravedad del altercado, vecinos alarmados hicieron un llamado a las autoridades, y elementos de la Policía Municipal se presentaron en el sitio para investigar. Inicialmente, el reporte que recibieron los uniformados fue por un presunto robo. Sin embargo, tras indagar, quedó claro que el conflicto giraba en torno a la disputa por la renta del taller.
Los oficiales exhortaron a ambas partes a acudir al Ministerio Público para resolver la situación por la vía legal y llegar a un acuerdo conciliatorio, evitando mayores enfrentamientos y garantizando la correcta aplicación de la ley.