A pesar de la magnitud del accidente, no se reportaron heridos, lo que permitió a las autoridades
L a noche del viernes, alrededor de las 20:00 horas, se registró el descarrilamiento de diez vagones de un tren de carga en las vías cercanas al ejido Tizoc, lo que desató una intensa movilización de cuerpos de emergencia en la zona. A pesar de la magnitud del accidente, afortunadamente, no se reportaron heridos, lo que permitió a las autoridades concentrarse en la gestión de la situación y el aseguramiento de la carga.
Uno de los vagones involucrados en el descarrilamiento transportaba gas LP, un hecho que generó una rápida respuesta de las unidades de emergencia. El potencial peligro que representa el gas LP llevó a los bomberos de Parras, agentes de la policía civil de Coahuila y efectivos municipales a implementar un cordón de seguridad en torno al área afectada. Gracias a la pronta reacción de los cuerpos de seguridad, no se reportaron fugas de combustible, lo que mitigó el riesgo de una emergencia mayor.
Condiciones. Los primeros informes indicaron que el descarrilamiento ocurrió en un tramo que, según las autoridades, estaba en condiciones adecuadas para el tránsito ferroviario. Este aspecto ha llevado a las autoridades a abrir una investigación exhaustiva para determinar las causas del descarrilamiento, calificado como “extraño” por las circunstancias que lo rodearon y el tipo de carga que el tren transportaba.
Las operaciones de rescate y aseguramiento se desarrollaron con el apoyo de personal de seguridad del tren, quienes, junto con las fuerzas del orden, trabajaron para resguardar la zona y prevenir saqueos, mientras esperaban la llegada de grúas especializadas para el retiro de los vagones descarrilados. Los vagones, que estaban sellados y cargados con artículos domésticos y otros productos, permanecerán en el lugar hasta que se realicen los trabajos de remoción.
Además, las autoridades han reforzado la vigilancia en el área afectada, asegurando que no ocurran incidentes adicionales y que la situación esté bajo control.
La recuperación de los vagones es una prioridad, ya que se busca restablecer la operación ferroviaria en la región lo más pronto posible, dado que este accidente podría tener repercusiones en el tráfico comercial y logístico en la zona. El descarrilamiento ha suscitado una discusión amplia sobre la seguridad en el transporte ferroviaria.
concentrarse en la gestión de la situación y el aseguramiento de la carga.