Seis personas que se sometieron a un trasplante de órganos en Brasil dieron positivo por VIH; la investigación reveló que los órganos trasplantados estaban infectados. Estos pacientes recibieron el trasplante en un hospital público de Río de Janeiro.
La Secretaría de Salud de Brasil ha calificado esta situación como “sin precedentes” y ha confirmado que se produjo una falla en los exámenes realizados por el laboratorio privado Saleme.
Este laboratorio fue contratado para colaborar con el hospital público como parte del programa estatal de trasplantes, a través de una licitación pública. Sin embargo, dos de sus pruebas resultaron erróneas, lo que provocó la transmisión del virus VIH a los receptores de los órganos.
La noticia, que ha generado gran conmoción en la sociedad brasileña, fue inicialmente reportada por la cadena de televisión Band y luego confirmada por el Ministerio de Salud y otras autoridades sanitarias locales.
El impacto de este caso no solo afecta a los pacientes directamente involucrados, sino que también plantea dudas sobre la credibilidad del sistema de salud en Brasil. La falla se produjo en la unidad del laboratorio Saleme situada en Nova Iguaçu, un municipio dentro de la zona metropolitana de Río de Janeiro. Este laboratorio era responsable de evaluar los órganos antes de su trasplante, y su error pasó desapercibido hasta que se detectaron los casos de VIH en los pacientes que recibieron los trasplantes.
Nísia Trindade Lima, ministra de Salud de Brasil, declaró en un video enviado a la prensa: “Hasta ahora, hemos confirmado que dos donantes dieron positivo por VIH en una nueva prueba, y seis receptores también dieron positivo”. La ministra aseguró que se tomarán todas las medidas necesarias para apoyar a los pacientes afectados y sus familias, enfatizando el compromiso del gobierno con la seguridad y calidad del sistema de trasplantes en el país.
Cierre del laboratorio y medidas correctivas
Ante la gravedad del caso, las autoridades decidieron cerrar el laboratorio Saleme de manera preventiva y anunciaron una auditoría exhaustiva en todo el sistema de trasplantes del estado de Río de Janeiro. También se ordenó la repetición de todas las pruebas realizadas previamente por este laboratorio, las cuales ahora serán enviadas al laboratorio público Hemorio, considerado uno de los más confiables del país.
El impacto de este incidente no solo repercute en los pacientes involucrados, sino que también cuestiona la confianza en el sistema de salud en Brasil, que ha sido históricamente reconocido por su efectividad en programas de trasplantes. Desde 2006, el sistema de trasplantes de Río de Janeiro ha salvado más de 16 mil vidas, convirtiéndose en un pilar fundamental del sistema de salud del estado.
Repercusiones para el sistema de salud
Este incidente ha encendido alarmas en todo el país, ya que cuestiona los mecanismos de control que deben garantizar la seguridad de los pacientes en procedimientos tan delicados como los trasplantes de órganos. La ministra Nísia Trindade Lima ha intentado calmar los ánimos, asegurando que el gobierno tomará todas las medidas necesarias para mejorar los protocolos de seguridad y prevenir que situaciones similares se repitan en el futuro.
A pesar de ello, las familias de los pacientes afectados y la opinión pública exigen respuestas más contundentes. Este caso podría tener importantes repercusiones legales y regulatorias, afectando tanto a las empresas privadas como al sistema público de salud.