La Entrevista con Ismael Rebolloso

"De poco sirve tener algo, si no lo compartes". 

¿Cómo surgió la idea de abrir este negocio y cómo ha evolucionado a lo largo de los años?

"Todo comenzó hace algunos años cuando empecé a interesarme en la personalización de productos. Al principio, era un hobby; hacía playeras para familiares y amigos en eventos especiales, como cumpleaños o celebraciones. Poco a poco, las personas comenzaron a recomendarme y los pedidos crecieron. Lo que al principio era algo pequeño se fue transformando en una oportunidad de negocio real". 

¿Es febrero el mes en el que más trabajo tienen, o hay otro periodo del año que supere este mes?

"Febrero es un mes muy interesante porque, aunque no es el que más volumen de trabajo trae, sí es cuando recibimos muchos pedidos especiales debido a San Valentín. La gente busca detalles personalizados, ya sean playeras, tazas o algún adorno, lo que genera un incremento en la demanda, pero no necesariamente en grandes cantidades. Es más, un flujo continuo de pedidos pequeños". 

¿En qué otros meses del año experimentan picos de trabajo y cómo manejan esos momentos de alta demanda?

"Exactamente, febrero es más para detalles individuales, pero el verdadero trabajo pesado llega en otros meses. Por ejemplo, diciembre es, sin duda, el mes más fructífero para nosotros. La Navidad trae consigo una gran cantidad de pedidos de regalos personalizados, desde empresas que nos solicitan productos para sus empleados hasta clientes particulares que quieren dar un regalo único a sus seres queridos. Otro mes importante es mayo, por el Día de las Madres". 

¿Cómo es trabajar con estos sectores y qué tipo de productos suelen solicitar?

"Trabajar con las maquiladoras ha sido un cambio importante para nuestro negocio. Ellos suelen solicitar productos en grandes cantidades, como chalecos bordados, uniformes o playeras conmemorativas para sus eventos internos o promociones. Esto nos obliga a mantener un nivel de producción constante y asegurarnos de cumplir con sus altos estándares de calidad". 

¿Qué es lo que más les solicitan tus clientes, tanto los grandes como los particulares?

"En cuanto a los productos más solicitados, hay una clara diferencia entre lo que piden las empresas y lo que piden los clientes particulares. Las empresas, como mencioné antes, suelen pedir uniformes, chalecos bordados y playeras en grandes cantidades. Estos productos suelen llevar el logo de la empresa o algún diseño relacionado con una campaña interna. En cambio, los clientes particulares buscan más productos personalizados para ocasiones especiales. Las tazas son un clásico; nos las piden mucho, sobre todo en fechas como San Valentín o el Día de las Madres. También están los vasos de aluminio y las cachuchas, que son muy populares. Lo bonito de estos pedidos es que cada cliente tiene una idea única, y eso nos permite ser creativos y ofrecer un producto completamente personalizado. Aunque los pedidos particulares son en menor cantidad, suelen ser muy gratificantes porque los clientes valoran mucho el detalle y el trabajo personalizado". 

¿Cómo ves el futuro de tu negocio y qué planes tienes para seguir creciendo?

"Estoy muy optimista sobre el futuro de nuestro negocio. Hemos crecido de manera constante en los últimos años, y creo que las relaciones que hemos construido con las maquiladoras y los municipios nos darán una base sólida para seguir adelante. A corto plazo, queremos ampliar nuestra capacidad de producción para poder manejar aún más pedidos grandes sin sacrificar la calidad, queremos ofrecer más opciones a nuestros clientes, como impresión 3D para ciertos productos". 

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