El ganador de la segunda edición de "La Casa de los Famosos México" asegura que tiene experiencias místicas con el fallecido conductor de televisión
Mario Bezares habló sobre la profunda conexión que aún guarda con su amigo y colega Paco Stanley. A más de dos décadas del trágico fallecimiento del conductor, el ganador de la segunda edición de “La Casa de los Famosos México” reveló detalles de los sueños recurrentes que tiene con el padre del también presentador Paul Stanley.
En una entrevista con René Franco, le preguntaron qué le diría a Paco si llegaran a reencontrarse en el cielo. Ante esto, respondió: “Pues de todo lo que ha sucedido. Que me diga ‘no seas gacho, ¿qué pasó?’, por favor, platícame”.
Tras la declaración, Bezares también contó que frecuentemente tiene experiencias místicas con Stanley y lo ve preocupado por la situación que él enfrentó luego de su muerte. Cabe recordar que en 1999 fue encarcelado en el Reclusorio Oriente de la Ciudad de México, cuando fue acusado del asesinato de Paco.
“(Paco) era una persona que me protegía mucho y (en sueños) me decía: ‘No puede ser, esto se va a arreglar. No te preocupes’”, dijo Mario.
Además, compartió que en sus sueños más recientes, lo observa trabajando por su cuenta, lo que le ha hecho sentir que ya no pertenece a su equipo, pues “yo ya estoy haciendo otras cosas”.
Aunque lo recuerda con cariño, sus interpretaciones sugieren que ambos "han aceptado" seguir caminos distintos.
Mario Bezares se reencuentra con el hijo de Paco Stanley
En la recta final de LCDLF, Paul Stanley apareció en el programa, protagonizando un emotivo reencuentro con Mario. La sorpresa y nostalgia de ambos generaron múltiples comentarios en redes sociales.
Semanas después, quien fuera el patiño de Paco Stanley confesó lo impactante que fue ese momento: “Yo me congelo mirando a la puerta y veo entrar a (Paul), y las piernas se me hicieron como chicle”.
Agregó que tuvo que respirar profundamente para mantenerse en pie, y cuando finalmente Paul se plantó frente a él, sintió que habían pasado 25 años en un instante.
“La última vez que yo lo vi, tenía 11 o 12 años”, mencionó, y añadió que en sus ojos ahora percibe una marcada madurez.