La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE. UU. finalizó el martes una normativa que obligará a eliminar todas las tuberías de plomo de los sistemas de agua en el país.
"Desde hace décadas sabemos que la exposición al plomo tiene efectos graves a largo plazo en la salud de los niños. Sin embargo, millones de líneas de servicio de plomo continúan suministrando agua potable a los hogares", comentó el administrador de la EPA, Michael Regan, en un comunicado de prensa sobre la aprobación de la norma. "Con las Mejoras en las Reglas de Plomo y Cobre y las inversiones históricas para reemplazar las tuberías de plomo, la Administración Biden-Harris está cumpliendo su compromiso de que ninguna comunidad, sin importar su raza, geografía o situación económica, debería preocuparse por el agua contaminada con plomo en sus hogares".
Los expertos han aplaudido esta medida.
"La nueva regla de plomo de la EPA empezará a abordar el grave problema de salud pública del agua potable contaminada con plomo que ha afectado a generaciones de niños. Todos tienen derecho a acceder a agua potable segura y asequible, independientemente de su raza, ingresos o código postal", expresó Manish Bapna, presidente y director ejecutivo del Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC).
Sin embargo, un grupo de defensa ha señalado que la medida no es suficiente, ya que no obliga a las empresas de agua a detener la contaminación del plomo en el agua de las escuelas.
"Al establecer un plazo de 10 años para que la mayoría de las empresas de servicios públicos reemplacen las tuberías de plomo, la administración de Biden está dando un paso significativo para proteger nuestra agua potable del plomo, algo que no se había hecho desde el inicio de la crisis del agua en Flint", comentó John Rumpler, director de agua limpia del Centro de Investigación y Política de Medio Ambiente de EE. UU. "Sin embargo, los padres deben saber que la EPA ha perdido una gran oportunidad para proteger el agua en las escuelas, donde nuestros hijos aprenden y juegan todos los días".
Aunque la mayoría de las escuelas no tienen líneas de servicio de plomo, a menudo tienen tuberías y accesorios que contienen suficiente plomo para contaminar el agua. La instalación de estaciones de agua filtrada y filtros en los grifos utilizados para beber y cocinar podría ayudar a mitigar este problema.
La nueva norma representa un esfuerzo ambicioso que podría costar hasta 30,000 millones de dólares en la próxima década, afectando a aproximadamente 9 millones de tuberías que abastecen agua a hogares en diversas comunidades de EE. UU.
Se espera que las empresas de servicios públicos asuman la mayor parte del costo de reemplazo de las tuberías, aunque hay 15 mil millones de dólares disponibles en la ley de infraestructura de 2021 para ayudarles a cubrir estos gastos, indicó la EPA.
La necesidad de eliminar el plomo de las tuberías de agua en EE. UU. es urgente: en los niños, esta neurotoxina puede retrasar el aprendizaje y causar daño cerebral. En adultos, se asocia con hipertensión, enfermedades cardíacas, deterioro de la función renal y cáncer, según la EPA.
La atención nacional sobre este problema comenzó en 2014, cuando Flint, Michigan, sufrió un cambio en su fuente de agua y un tratamiento inadecuado que permitió que el plomo se filtrara en el agua potable de aproximadamente 100,000 residentes en un año.
Aunque la nueva norma impone la mayor parte del costo del reemplazo de tuberías a las empresas de servicios públicos, no las obliga a financiar el reemplazo de las tuberías de plomo en propiedades privadas.
Tom Dobbins, director ejecutivo de la Asociación de Agencias Metropolitanas de Agua, declaró recientemente al New York Times que sus miembros necesitarán asistencia técnica y más apoyo financiero del gobierno federal para cumplir con esta nueva normativa.