La limpieza es un asunto cultural, no solo económico.
Saltillo, Coahuila.- En el panteón estatal de Santiago, esta semana comenzaron las labores de limpieza, con el objetivo de que las áreas se encuentren presentables y libres de maleza para recibir a los visitantes con motivo del Día de Muertos. El administrador del camposanto, Alberto Alvarado, señaló que en promedio llegan a recibir hasta 15 mil personas en los días previos y posteriores al 1 y 2 de noviembre.
Apuntó que estas fechas, el 10 de mayo y el Día de Padre, son las de mayor afluencia.
Consideró que, particularmente este año, el trabajo deberá ser mayor debido a que las lluvias constantes propiciaron el crecimiento de la hierba y mientras se concentran en trabajar un área, en la medida que continúan las lluvias, la maleza vuelve a crecer en otro lado.
El Panteón de Santiago es uno de los más antiguo de Saltillo, cuenta con 15 mil propiedades y en sus tumbas reposan los restos de aproximadamente 60 mil personas, al considerar un promedio de tres por gaveta.
Al interior del inmueble se ubica la Rotonda de los Hombres Ilustres, donde yacen 24 personajes como el poeta Manuel Acuña; el abogado y político, Juan Antonio de la Fuente; el abogado, diplomático, escritor e historiador, Carlos Pereyra y el pintor Rubén Herrera.
También descansan los restos de militares destacados como Adolfo Huerta Vargas, Andrés Viesca y Lucio Blanco.
En el sitio, es posible observar desde majestuosos mausoleos de mármol y de cantera, con vitrales, hasta humildes tumbas sin lápida, cuyo acceso no tiene ni siquiera cemento.
El administrador consideró que debería haber una mayor corresponsabilidad, por parte de quienes cuentan con propiedades, para trabajar en el mantenimiento y en la conservación de las tumbas.“Son pocas las personas que vienen de manera periódica a limpiar sus terrenos. La gran mayoría sepultan a su difunto y no vuelven hasta que es Día de Muertos, 10 de mayo o Día de la Madre, según sea el caso”, indicó.
Desde su óptica no se trata de un asunto de dinero, sino de cultura, ya que la gente gasta en el mariachi, el fara fara y las bebidas alcohólicas, pero no se da el tiempo para acudir a cortar la hierva que brota entre las tumbas donde no hay cemento.
Finalmente, llamó a quienes acudan al panteón durante esta temporada, a finales de octubre y durante toda la primera semana de noviembre, a ser pacientes, tolerantes y a considerar que el mantenimiento, la conservación y la limpieza es tarea de todos y no solamente de los trabajadores del lugar.