El virus de Marburgo, una enfermedad poco común pero letal, ha vuelto a atraer la atención global tras un brote significativo en Ruanda, donde se han reportado 11 muertes en las últimas semanas. Considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las enfermedades más peligrosas, este virus no solo ha alarmado a las autoridades sanitarias de Ruanda, sino que también ha cruzado fronteras, con dos casos confirmados en Alemania.
Este brote ha elevado las alertas a nivel mundial, no solo por la rapidez de su propagación, sino también por su alta tasa de letalidad, que puede alcanzar hasta el 88% en casos no tratados. En respuesta a esta situación, se han intensificado los esfuerzos para contener su expansión y proteger a la población mundial.
**El brote en Ruanda: un epicentro en riesgo**
Ruanda, un país que ha trabajado arduamente para mejorar sus servicios de salud desde la pandemia de COVID-19, se enfrenta ahora a este nuevo desafío. Hasta el momento, el brote de Marburgo ha causado 11 muertes, lo que subraya la gravedad de la situación. Las autoridades locales, junto con organismos internacionales, están trabajando para controlar la propagación, implementar cuarentenas y rastrear los contactos de los infectados para prevenir más contagios.
El virus de Marburgo se comporta clínicamente de manera similar al ébola, afectando a las personas rápidamente y pudiendo ser mortal en cuestión de días si no se detecta y trata a tiempo. Un desafío importante es que los síntomas iniciales son comunes a muchas otras enfermedades, lo que puede retrasar el diagnóstico y complicar el tratamiento.
**Expansión a Europa: Alemania en alerta**
Aunque el brote inicial se originó en Ruanda, el virus de Marburgo ha cruzado fronteras, mostrando su capacidad de propagarse internacionalmente. Recientemente se confirmaron dos casos en Alemania, donde un estudiante de medicina y su novia, recién llegados de Ruanda, fueron diagnosticados con el virus.
Los síntomas de estos pacientes comenzaron como los de una infección viral común: fiebre alta, vómitos y dolores musculares, lo que dificultó su identificación inmediata. Sin embargo, tras una evaluación más exhaustiva, los médicos confirmaron que se trataba del virus de Marburgo, activando los protocolos de emergencia en el país europeo para prevenir un brote mayor.
**Síntomas del virus de Marburgo: una amenaza silenciosa**
El periodo de incubación del virus de Marburgo varía entre 2 y 21 días. Los primeros síntomas incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, dolores musculares y vómitos, que pueden confundirse fácilmente con otras infecciones virales. A medida que la enfermedad progresa, los síntomas se agravan rápidamente, presentando diarrea intensa, dolor abdominal y calambres severos.
En su fase más avanzada, el virus puede causar sangrado espontáneo, tanto interno como externo, y afectar el sistema nervioso central, lo que puede llevar a confusión, irritabilidad y, en algunos casos, coma. El riesgo de muerte aumenta considerablemente en esta etapa.
**Contagio y propagación: ¿Cómo se transmite el virus?**
El virus de Marburgo tiene su origen en los murciélagos frutales, pero se transmite entre humanos a través del contacto directo con fluidos corporales de una persona infectada, como sangre, saliva, orina o semen. Incluso las superficies contaminadas, como ropa de cama o utensilios, pueden ser fuente de contagio.
La facilidad de propagación del virus ha sido uno de los mayores desafíos para su contención. Según la OMS, el contacto cercano con pacientes infectados, especialmente sin el uso adecuado de equipos de protección, aumenta significativamente el riesgo de transmisión, tanto en entornos hospitalarios como en comunidades.