Dos años sin rastro de Carlos Eduardo: una madre súplica por respuestas

La Asociación Familias Unidas ofrece apoyo y un número de contacto para cualquier información.

Doña Ana María Velázquez Sosa expresa su angustia por la desaparición de su hijo, Carlos Eduardo Monroy Velázquez, quien ha estado ausente durante dos años y medio. Su búsqueda se ha vuelto un calvario, una experiencia desgarradora que la deja sin aliento.

“Es desesperante y agobiante no saber de Carlos. Es doloroso despertar y descubrir que alguien que amas ya no está”, comenta entre lágrimas.

Carlos Eduardo desapareció en la frontera entre Texas y Coahuila mientras buscaba el “Sueño Americano”. Recientemente, doña Ana regresó a Piedras Negras para recibir información de la Fiscalía, la Comisión Estatal de Búsqueda y el Consulado de México, así como de la oficina del sheriff del Condado. Su último contacto se registró en Piedras Negras, pero su cartera, credencial y un teléfono fueron hallados en un área rural de Eagle Pass, lo que ha incrementado la preocupación de su familia.

La incertidumbre pesa en su corazón: “Es un dolor inmenso que siento. Es como si uno estuviera muerto en vida”, confiesa. Doña Ana revela su deseo más profundo: “Encontrarlo. Quiero saber qué pasó con él, si tiene frío, si está lastimado. Quiero que Dios me permita volver a verlo”.

Al preguntarle si siente que su hijo está con vida, responde firmemente: “Hasta que no tenga el cuerpo de mi hijo, sé que está vivo. Y no voy a descansar hasta verlo otra vez”.

Acompañada por su hija y su hermano Marco Antonio Velázquez, doña Ana revela que cree que un pollero o coyote dejó a Carlos en el desierto del Condado de Maverick en Eagle Pass. Carlos Eduardo tenía planes de comprar una motocicleta y reunirse con un tío y un primo en Alabama.

“Les suplico a los fronterizos que me ayuden. Si alguien ha visto a mi hijo, por favor, díganme dónde puedo encontrarlo”, ruega doña Ana.

La Asociación Familias Unidas ha proporcionado un número local para reportes: 878 143 32 92, así como las páginas web buscandoalzorro.mx y buscandoacarloseduardomonroy. Marco Antonio concluye la conversación apelando a la compasión de la comunidad fronteriza: “Carlos es mi sobrino, un buen chico. Lo seguimos buscando porque lo amamos y queremos que regrese a casa”.

La hermana de Carlos Eduardo también anhela volver a verlo: “Es una sensación horrible saber que no tienes a tu hermano, a la persona con quien creciste. Es desesperante”.

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