El padre Juan Francisco resaltó la importancia de caminar de la mano de Jesús y no avergonzarse de los seres queridos.
En la misa dominical llevada a cabo en la Capilla Santo Cristo de Monclova, emitida por el padre Juan Francisco, quien expuso durante su mensaje para los feligreses que, en la vida ordinaria de Jesús se ha descubierto lo extraordinario que es caminar de su mano, sintiéndose todos hermanos.
Destacó que Jesús hace el llamado a no avergonzarse de los hermanos, es decir, de personas cercanas, hijos, padres o hermanos de sangre y un ejemplo de ellos es que, con cada equivocación de las personas, el señor no se avergüenza, por el contrario, se compadece de las acciones y entiende la vida del pecado, esta última no para justificar los malos actos, sino, para transfórmalo en su gracia.
“Todos somos hijos amados de Dios por una sencilla razón, el santificador y los santificados tiene la misma condición humana, es decir, que él ve en todas las personas a su propio hijo” destacó sacerdote.
Libertad. Agregó que las personas no fueron creadas para el odio, el resentimiento, la envidia, rivalidades, pleitos, chismes, rencillas, sino que han sido creados para la vida y la libertad siendo hermanos.
Mencionó que también es importante abordar el tema de la dignidad de las personas, la cual, es ser imagen de Dios mismo y reconocer el ser hermanos de Jesucristo, amando infinitamente e invitando a esa estabilidad de las emociones, de la calidad humana y afectiva y reconociendo que no es bueno que el hombre esté solo. De aquí nace también el matrimonio, siendo una de las uniones de las más sagradas que puedan existir, ya que, de ahí puede seguir la vida.