Al crecer en una ciudad con altos niveles de radón, Matthew Bozigar se cuestionó si este gas radiactivo podría estar relacionado con las altas tasas de cáncer que observó, especialmente entre los jóvenes.
"Como epidemiólogo, comencé a explorar las posibles causas ambientales", comentó Bolzigar, profesor asistente de salud en la Universidad Estatal de Oregón, en Corvallis, cuyo lugar de origen es Portland, Oregón.
Esto lo llevó a realizar un innovador estudio que abarcó más de 700 condados en 14 estados, estableciendo un vínculo entre la leucemia infantil y los niveles de gas radón.
Este hallazgo es significativo, dado que hay pocos factores de riesgo identificados para el cáncer infantil y se ha investigado poco sobre los contribuyentes ambientales, según Bolzigar.
El radón es un gas natural que se encuentra en ciertas rocas y suelos, siendo un subproducto de la descomposición del uranio. Puede liberarse al aire y emitir partículas radiactivas que se alojan en el cuerpo. Este gas es incoloro, inodoro y puede alcanzar niveles peligrosos fácilmente. Es un importante factor de riesgo para el cáncer, siendo la leucemia, que afecta a la sangre y la médula ósea, el cáncer infantil más común, con aproximadamente 3,000 nuevos casos anuales en Estados Unidos.
Bolzigar y su equipo aplicaron modelos estadísticos para analizar la relación entre los niveles de radón y el cáncer en 727 condados de Estados Unidos. Incluso en concentraciones por debajo de los umbrales que los funcionarios federales consideran para implementar medidas de reducción de la exposición al radón, encontraron vínculos entre la leucemia infantil y la presencia de este gas.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) indica que no hay niveles seguros de radón y recomienda la mitigación cuando las concentraciones alcanzan los 148 becquerelios por metro cúbico de aire. El nuevo estudio observó concentraciones tan bajas como la mitad de esa cifra, destacó Bozigar.
"Nuestro estudio solo nos permite identificar asociaciones estadísticas y formular hipótesis, por lo que se requieren investigaciones que determinen con mayor precisión si la exposición al radón causa leucemia infantil", afirmó en un comunicado de prensa de la universidad.
Este estudio, considerado el más grande de su tipo en Estados Unidos, analizó condados en Washington, California, Idaho, Utah, Nuevo México, Iowa, Luisiana, Kentucky, Michigan, Georgia, Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Massachusetts, excluyendo a Oregón, donde Bozigar notó inicialmente lo que parecía ser una alta incidencia de cáncer entre amigos y familiares.
Esperanza en que futuras investigaciones confirmen estos hallazgos a nivel individual y faciliten la toma de decisiones informadas sobre los riesgos para la salud que representa el radón a nivel mundial.
"Estamos llevando a cabo numerosos estudios sobre el radón", dijo Bozigar, "y continuamos encontrando que los efectos nocivos no se limitan únicamente a los pulmones de los adultos".