Habrá convocatorias para el concurso de altares y de catrinas, que tendrá lugar en las ruinas del Fort Duncan.
Una de las festividades que más realce tiene en México y que es muy distintiva ante el mundo por la forma en que se vive esta tradición, que proviene de nuestros antepasados, es el Día de Muertos.
Aunque se conmemora en todo el país, donde tiene más arraigo es en el centro y sur, con estados y municipios que realizan una serie de ceremonias para honrar la memoria de quienes ya partieron.
Evento. El Cónsul de México en Eagle Pass, Vivian Juárez, indicó que desde hace tiempo han estado organizando el evento relacionado con el Día de Muertos, para lo cual habrá convocatorias para el concurso de altares y de catrinas, que tendrá lugar en las ruinas del Fort Duncan el sábado 26 de octubre, invitando a toda la comunidad binacional.
Además, habrá degustación de pan de muerto, un platillo de la gastronomía que no puede faltar.
En la época prehispánica, el culto a la muerte era uno de los elementos básicos de la cultura. Cuando alguien moría, era enterrado envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán. De igual forma, le colocaban comida que le agradaba en vida, con la creencia de que podría sentir hambre. El Día de Muertos, desde la visión indígena, implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con sus familiares y nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su honor. En esta celebración, la muerte no representa una ausencia, sino una presencia viva; la muerte es un símbolo de la vida que se materializa en el altar ofrecido. En este sentido, se trata de una celebración que conlleva una gran trascendencia popular, ya que comprende diversos significados, desde filosóficos hasta materiales. La celebración del Día de Muertos se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre, dividiéndose en categorías: de acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los "muertos chiquitos" o niños, y el 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos. Cada año, muchas familias colocan ofrendas y altares decorados con flores de cempasúchil.