Una de cada tres niñas podría no tener acceso a productos menstruales, una situación que los investigadores denominan "pobreza menstrual".
"Nuestro estudio destaca la prevalencia de la pobreza menstrual y la necesidad de tomar medidas amplias, tanto a nivel local como nacional, para mejorar la asequibilidad y el acceso a estos productos para los jóvenes", afirmó Meleah Boyle, investigadora del Hospital Nacional Pediátrico en Washington, D.C.
Según el equipo de Boyle, los bajos ingresos y otros factores podrían estar limitando el acceso de las niñas y mujeres jóvenes a productos menstruales esenciales. Estos hallazgos fueron presentados en la reunión anual de la Academia Americana de Pediatría en Orlando, Florida.
Investigaciones previas estiman que 11.9 millones de niñas y mujeres en EE. UU. enfrentan dificultades para obtener productos menstruales. Esta falta de acceso podría aumentar el riesgo de infecciones como la vaginosis bacteriana o infecciones urinarias, además de causar ausencias escolares o laborales.
En el estudio, 678 chicas con una edad promedio de 16 años, que acudieron a una sala de emergencias pediátricas, respondieron preguntas como si en los últimos 12 meses habían tenido que usar productos no diseñados para la menstruación o si habían necesitado productos menstruales pero no pudieron comprarlos. Uno de cada tres respondió afirmativamente a alguna de estas preguntas, según el equipo de Boyle.
Los investigadores indicaron que, debido a la magnitud del problema, se deben implementar políticas que hagan más accesibles los productos menstruales, como eliminar los impuestos sobre ellos o proporcionar productos gratuitos en lugares públicos, como las escuelas.
En una entrevista con NBC News, la Dra. Monika Goyal, coautora del estudio, explicó que el problema radica en la dificultad para costear los productos, más que en la falta de preparación de las chicas para un período inesperado. El acceso económico es el verdadero desafío, señaló.
Según NielsenIQ, el precio de los tampones subió casi un 10% en 2022, y el de las toallas sanitarias más del 8%, lo que agrava el problema.
El estudio mostró que factores como la raza o el seguro no influyeron en los resultados, afectando a jóvenes de diferentes contextos socioeconómicos por igual.
Sin embargo, algunos estados ya están impulsando cambios. Alabama, California, Colorado, Illinois, Maine, Maryland y Nuevo México requieren que las escuelas públicas ofrezcan productos menstruales de forma gratuita, y Minnesota se sumará a esta iniciativa en 2024.
Dado que los resultados fueron presentados en una conferencia médica, se consideran preliminares hasta su publicación en una revista científica.