Las 18 personas, de la misma familia, fueron atacadas en dos tiroteos masivos en sendas casas perpetrados en la madrugada del sábado en la aldea de Ngobozana
Los muertos en dos tiroteos masivos en la ciudad de Lusikisiki, en el sureste de Sudáfrica, subieron a 18 después de que una persona que se encontraba en estado crítico falleciera, informó este domingo la Policía sudafricana.
"El Servicio de Policía confirma que la decimoctava víctima falleció hoy en el hospital", dijo el cuerpo de seguridad en un escueto comunicado.
Las 18 personas, de la misma familia, fueron atacadas en dos tiroteos masivos en sendas casas perpetrados en la madrugada del sábado en la aldea de Ngobozana, en la localidad de Lusikisiki y la provincia del Cabo Oriental.
"Este cruel ataque tuvo lugar en dos viviendas de la misma calle (...). En la primera, cuatro personas fueron asesinadas a tiros y no hubo supervivientes. En la segunda casa había 19 personas. 13 fueron asesinadas a tiros y seis sobrevivieron, entre ellas un bebé de dos meses", detalló el sábado la Policía, cuando la nueva víctima mortal se encontraba aún en estado crítico.
Entonces los fallecidos eran 15 mujeres y dos hombres, mientras que no ha trascendido el género de la última víctima.
"No hay más novedades. Sin embargo, la investigación policial está en curso", declaró la Policía este domingo en su comunicado.
La criminalidad es un grave problema en Sudáfrica, donde casi 6.200 personas fueron asesinadas entre los pasados meses de abril y junio, con aumentos de los casos en cuatro de las nueve provincias del país a pesar de un ligero descenso general del 0,5% respecto al mismo periodo de 2023.
En su último informe sobre criminalidad, hecho público este sábado con motivo de los tiroteos, la Policía sudafricana anunció la detención de 53.525 personas sospechosas de haber cometido algún delito en las últimas cuatro semanas en Sudáfrica, entre ellas 10.844 relacionadas con delitos violentos como asesinato, violación, secuestro y extorsión.
Además, se incautaron más de 430 armas ilegales y sin licencia, la mayoría en el Cabo Oriental.