Dos medicamentos de uso prolongado podrían beneficiar a las mujeres con alto riesgo de aborto espontáneo y complicaciones durante el embarazo. Investigadores en Japón han encontrado, en un estudio pequeño, que la aspirina en dosis bajas, ya sea sola o combinada con heparina (un anticoagulante común), puede prevenir ciertos tipos de abortos espontáneos recurrentes.
El aborto espontáneo, que ocurre antes de las 20 semanas de gestación, afecta entre el 10% y el 20% de los embarazos conocidos. Sin embargo, menos del 5% de las mujeres experimentan abortos espontáneos recurrentes, definidos como dos o más consecutivos. Un equipo de la Universidad Kobe y otras instituciones en Japón ha descubierto un posible enfoque para prevenir estos casos tan difíciles.
En investigaciones anteriores, el equipo observó que alrededor del 20% de las mujeres con abortos espontáneos tienen anticuerpos que afectan una proteína en las células, conocida como glicoproteína I beta 2 (β2GPI), que es crucial para la gestación. Se ha demostrado que los anticuerpos anti-beta-2-GPI están relacionados con el síndrome antifosfolípido (APS), una enfermedad autoinmune que incrementa el riesgo de aborto. Sin embargo, también encontraron que las mujeres con abortos espontáneos recurrentes pueden tener anticuerpos similares, incluso si no tienen APS.
Se sabía que la aspirina en bajas dosis, en combinación con heparina, ayudaba a reducir el riesgo de aborto en mujeres con APS. Por eso, los investigadores decidieron evaluar si este tratamiento también podría ser beneficioso para aquellas que no tienen APS pero presentan estos anticuerpos.
El estudio, publicado en *Frontiers in Immunology*, incluyó a 47 mujeres embarazadas con abortos espontáneos recurrentes y confirmación de estos anticuerpos. De ellas, 39 recibieron bajas dosis de aspirina y/o heparina, mientras que 8 no recibieron tratamiento. Los resultados mostraron que más del 80% de las mujeres tratadas lograron partos vivos, en comparación con el 50% del grupo sin tratamiento, y también experimentaron un menor riesgo de complicaciones durante el embarazo.
“Si bien el tamaño de la muestra fue pequeño, los resultados indican claramente que el tratamiento con bajas dosis de aspirina o heparina es muy eficaz para prevenir pérdidas y complicaciones en mujeres con estos anticuerpos”, declaró Tanimura Kenji, líder del estudio y obstetra en la Universidad Kobe.
Kenji subrayó que los anticuerpos anti-beta-2-GPI podrían estar relacionados no solo con el aborto espontáneo, sino también con la infertilidad y otros problemas de salud, como la trombosis arterial, lo que sugiere que estos hallazgos podrían tener implicaciones más amplias.