La actriz, figura de la Época de Oro del cine mexicano, cumple 94 años atesorando momentos buenos y malos de su vida
Diez años antes de que la actriz Elsa Aguirre viviera uno de los episodios más difíciles de su vida, escribía consejos de amor para las lectoras de EL UNIVERSAL, su espacio se llamaba “Ritmos del corazón”, ahí, la figura de la Época de Oro del cine mexicano alentaba a las mujeres a alzar la voz ante la violencia de género; una década después ella hizo lo mismo cuando su esposo la golpeó y la amenazó de muerte.
Elsa fue protagonista de 40 películas, entre ellas “Algo flota sobre el agua”, con Arturo de Córdoba, “Lluvia roja”, con Jorge Negrete, y “Cuidado con el amor”, con Pedro Infante, en esa cinta, la actriz se mostró en ropa interior frente a Pedrito, pero usó unas medias para no lucir sus piernas desnudas y un atuendo íntimo de seda que no permitió que mostrara su figura, y aunque la escena fue muy cuidada, para la época representó una escena atrevida.
Elsa se convirtió en uno de los rostros más bellos del espectáculo de entonces, su belleza, elegancia y talento protagonizaron películas exitosas y momentos importantes y de glamour en el entretenimiento de la época. Aquí aparece junto a su colega María Félix en las inmediaciones del Auditorio Nacional, era octubre de 1958.
Las lectoras de este diario le escribían cartas a la actriz nacida en Chihuahua el 25 de septiembre de 1930, le contaban historias de amor y desamor que Elsa respondía a través de su espacio “Ritmos del corazón”.
“Con el mejor deseo de complacer a mis queridas lectoras que me envían sus consultas buscando alivio a sus penas doy comienzo a la tarea de llevar el consuelo a las almas atormentadas por los crueles embates del destino poniendo toda mi voluntad para resolver sus arduos problemas sentimentales”, así se presentaba la actriz previo a responder las cartas de sus seguidoras.
El infierno que vivió Elsa Aguirre
El 19 de febrero de 1960 se publicó la noticia sobre el episodio de violencia sufrido por la actriz Elsa Aguirre: “Honda pena en los círculos cinematográficos por Elsa Aguirre”, así se tituló la nota de entonces, se calificaba como “fracasada” su luna de miel con el periodista Armando Rodríguez Morado, con quien se había casado tres meses antes.
El hombre golpeó y amenazó con un arma a la actriz mientras viajaban en un automóvil por calles de la colonia Juárez en la Ciudad de México, su matrimonio significó su retiro de los escenarios, pero luego de denunciar a su agresor y divorciarse, regresó a trabajar en lo que siempre amó, actuar.
“Elsa Aguirre vivía un verdadero infierno”, se lee en otro de los titulares que contó el infortunio de la actriz que según testigos fue víctima de insultos y golpes la noche del 17 de febrero de 1960, cuando su esposo la obligó a subir al auto con violencia, empujones y bofetadas.
Armando Rodríguez fue acusado de los delitos de amenazas, resistencia de particulares, disparo de arma de fuego, amenazas contra la autoridad, injurias y lesiones.
Todo comenzó cuando Armando, con quien Elsa se había casado tres meses antes, iba manejando con exceso de velocidad al salir de un restaurante ubicado en la colonia Roma, al parecer en estado de ebriedad; en el auto no sólo viajaba la pareja, sino los hermanos de la actriz, quienes fueron testigos de que su cuñado casi atropellaba a dos personas.
Elsa le pidió a su esposo que detuviera el auto porque se sentía muy mal, él lo hizo y al detenerse el vehículo Elsa se bajó, pero Armando la obligó a subirse de nuevo con empujones, insultos y amenazas. Cuando el matrimonio llegó a su casa, ubicada en la colonia Juárez, la violencia continuó.
Ante la denuncia correspondiente de Elsa Aguirre, policías acudieron al domicilio de la actriz, aunque obtuvieron como respuesta una negativa de Armando, quien recibió a la autoridad y a su esposa con amenazas y una pistola.
El 19 de febrero se informó que la actriz, que había pasado una luna de miel “a bofetadas”, acudió a la Procuraduría a ratificar la denuncia en contra de su esposo por las amenazas de muerte y golpes recibidos.
La bella Elsa Aguirre trató de ocultar los golpes en su rostro con gafas negras, y aunque no podía parar de llorar, sacó fortaleza para declarar los actos violentos de los que había sido víctima, y no no por primera vez, durante su corto matrimonio.
“Hace aproximadamente tres meses que me casé con Armando Rodríguez, desde entonces me ha dado muy mala vida, me insulta y golpea. Hace un momento venía con mi esposo a bordo de nuestro automóvil; él corría a una velocidad exagerada; le supliqué que no lo siguiera haciendo pero él se molestó y empezó a insultarme hasta que llegamos a nuestra casa. No bien habíamos entrado a nuestro departamento cuando reanudó sus insultos, ante tal cantidad de groserías me indigné y le dije que el incidente no era para que me estuviera insultando. Esto acabo de sacarlo fuera de quicio se me abalanzó y empezó a golpearme estaba sumamente bebido o tal vez bajo el influjo de alguna droga; acto seguido sacó una pistola y me amenazó de muerte. Ya en otras ocasiones había hecho lo mismo hasta llegó a disparar el arma pero sin llegar a lesionarme; ahora temo por mi vida solicito que me sean dadas las garantías debidas pues creo que en cualquier momento mi esposo es capaz de cumplir sus amenazas", declaró la actriz aquella noche.
Elsa Aguirre se liberó, y a pesar de que en esos tiempos el divorcio era muy mal visto, así como ventilar detalles de violencia en contra de la mujer, la actriz alzó la voz, no regresó a la casa que compartía con Armando, y solicitó el divorcio.
De ese primer matrimonio nació el único hijo de Elsa llamado Hugo, quien no tuvo cercanía con su padre, nunca convivieron y hasta Armando dudó que él fuera realmente el papá del niño.
Aguirre se casó dos veces más y encontró en la yoga y en la vida saludable un equilibrio, un nuevo camino para seguir brillando a la par de sus últimos años artísticos antes del retiro.
“El tiempo me ha enseñado mucho. He resistido golpes morales, pero en la yoga me he reconciliado. Y quisiera que todo mundo fuese feliz como yo”, expresó en una entrevista con este diario.
La vida de esta estrella de la Época de Oro del cine mexicano, que hoy cumple 94 años, se detuvo cuando su hijo Hugo sufrió un accidente automovilístico y murió a los 30 años, pero esa es otra historia.