Un estudio reciente sugiere que la psilocibina podría ser beneficiosa para las personas que enfrentan problemas de salud mental relacionados con trastornos alimentarios. La psilocibina, el compuesto activo presente en los hongos alucinógenos, demostró reducir significativamente los síntomas en individuos con trastorno dismórfico corporal (TDC), según los hallazgos publicados el 24 de septiembre en la revista *Psychedelics*.
El TDC se caracteriza por una preocupación obsesiva por defectos percibidos en la apariencia física y a menudo está asociado con trastornos alimentarios y comportamientos poco saludables. En este ensayo piloto, ocho personas con TDC resistente al tratamiento recibieron una dosis única de 25 miligramos de psilocibina.
Los escáneres cerebrales revelaron que la psilocibina aumentó la conectividad entre diferentes áreas del cerebro implicadas en el procesamiento emocional, la actividad cognitiva y la autoevaluación. Aquellos que mostraron la mayor mejora en estas conexiones también experimentaron la reducción más significativa de los síntomas del TDC en una semana.
Los investigadores, liderados por Chen Zhang del Instituto Psiquiátrico del Estado de Nueva York, concluyeron que sus hallazgos respaldan la idea de que los compuestos psicodélicos como la psilocibina pueden favorecer la salud mental al aumentar la flexibilidad y la integración cerebral. "Al facilitar la comunicación entre redes cerebrales que suelen estar desreguladas en los trastornos psiquiátricos, la psilocibina podría ayudar a restablecer un funcionamiento cognitivo y emocional más adaptativo", explicaron en un comunicado.
No obstante, los investigadores subrayaron la necesidad de realizar más estudios con muestras más grandes de personas con TDC para confirmar la efectividad del tratamiento y determinar la duración de sus efectos.