Los médicos de familia latinos y negros tienen una mayor tendencia a regresar a sus antiguos vecindarios y atender a aquellos menos favorecidos, según un estudio reciente.
Los hallazgos indican que estos médicos son más propensos a aceptar pacientes de Medicaid en comparación con médicos blancos o asiáticos, lo que respalda investigaciones anteriores que sugieren que los profesionales de salud de minorías tienden a regresar a comunidades de color y establecer sus prácticas en esas áreas, señalaron los investigadores.
"Nuestros resultados sugieren que los médicos de medicina familiar negros y latinos desempeñan un papel crucial en brindar atención sanitaria a las personas que residen en comunidades marginadas", afirmó la investigadora principal, Anushree Vichare, de la Facultad de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad George Washington, en Washington, D.C.
Las personas que viven en estas comunidades son más propensas a padecer enfermedades crónicas, pero tradicionalmente han tenido un acceso limitado a servicios de salud, añadieron los investigadores.
"Es necesario intensificar nuestros esfuerzos para aumentar el número de médicos negros y latinos en las facultades de medicina, así como desarrollar estrategias que ayuden a otros grupos subrepresentados en la fuerza laboral médica a ingresar y prosperar en la profesión", comentó Vichare en un comunicado de prensa de la universidad.
En el estudio, se analizaron datos nacionales de reclamaciones para evaluar la probabilidad de que médicos de diferentes orígenes aceptaran pacientes cubiertos por Medicaid, el programa de seguro de salud federal/estatal para personas de bajos recursos.
Algunos médicos optan por no participar en Medicaid debido a las tarifas de pago significativamente más bajas en comparación con el seguro privado. También expresan que la burocracia de Medicaid dificulta la tramitación de pagos.
El estudio, publicado en la edición del 23 de septiembre de la revista *Annals of Family Medicine*, sugiere que fomentar una fuerza laboral médica más diversa podría ayudar a reducir las desigualdades en salud en Estados Unidos.
"Desarrollar una fuerza laboral de salud más diversa y representativa no solo mejora la atención médica para todos, sino que también es fundamental desde la perspectiva de la justicia social", afirmó Vichare.
"Como sociedad, debemos garantizar que las personas subrepresentadas en el campo médico tengan oportunidades justas e iguales para obtener sus títulos médicos", añadió. "También es esencial promover una cultura inclusiva dentro de las instituciones sanitarias que valore la diversidad y apoye la retención y el crecimiento profesional del personal diverso".