Una investigación reciente indica que las mujeres que presentan un estado de "prediabetes" durante la adolescencia o la universidad tienen un mayor riesgo de enfrentar complicaciones graves durante el embarazo en el futuro.
La autora principal del estudio, Katharine McCarthy, expresó que ignorar la prediabetes en adolescentes "podría significar una oportunidad perdida para prevenir complicaciones relacionadas con el embarazo" en etapas posteriores. McCarthy es profesora asistente en ciencias y políticas de salud poblacional, así como en obstetricia, ginecología y ciencias reproductivas en la Escuela de Medicina Icahn de Mount Sinai, en Nueva York.
Los hallazgos fueron publicados en la edición del 24 de septiembre de la revista JAMA Network Open.
Los investigadores explican que la prediabetes se caracteriza por niveles de glucosa en sangre más altos de lo normal, pero que aún no alcanzan los criterios diagnósticos de diabetes tipo 2. La obesidad es uno de los factores que contribuyen a la prediabetes.
Este estado puede incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, siendo más común entre los estadounidenses negros e hispanos. Además, estudios previos han mostrado que las tasas de prediabetes se han triplicado entre los jóvenes de 12 a 19 años en la última década.
En el nuevo estudio, el equipo de Mount Sinai analizó las tasas de prediabetes (a través de pruebas de azúcar en sangre) en un grupo de 14,000 residentes de Nueva York, con edades entre 10 y 24 años. Ninguno de estos individuos tenía diabetes diagnosticada al momento de la prueba.
Se encontró que tener prediabetes en la juventud está relacionado con un aumento del riesgo de desarrollar diabetes gestacional, es decir, diabetes que aparece durante el embarazo. El seguimiento de los niveles de hemoglobina A1c, que mide el nivel promedio de azúcar en sangre durante los tres meses previos, fue un buen indicador de si una mujer podría desarrollar diabetes gestacional.
Además, la prediabetes en los jóvenes se asoció con un aumento del 18% en el riesgo de sufrir trastornos hipertensivos durante el embarazo, como la hipertensión gestacional, la preeclampsia y el parto prematuro.
Los investigadores sugieren que realizar pruebas de sangre en adolescentes para detectar signos de prediabetes podría ayudar a prevenir problemas en futuros embarazos. McCarthy concluyó: "Nuestros resultados apoyan la idea de ampliar las pruebas de hemoglobina A1c antes de la concepción como un medio para intervenir en el riesgo cardiometabólico elevado en una etapa más temprana de la vida".