Coria resaltó que otros países están mejorando sus condiciones para atraer inversiones.
La ubicación geográfica estratégica que la Región Centro tiene, no es suficiente para atraer el nearshoring que esperaban iba a ser un “boom”, pues hay otros factores que pueden hacer perder la oportunidad, afirmó Mario Coria Roehll, presidente de Coparmex.
Puntualizó que uno de ellos es la tierra cara, que en la zona el ramo inmobiliario ha expresado que son precios altos que desaniman a los inversionistas, además de la postura de los dueños quienes no están interesados en una sociedad que muchas veces proponen los parqueros, de ellos poner la infraestructura.“Se habla de que por eso no han llegado muchas empresas a la región, porque los parqueros están acostumbrados a que les regalen los terrenos o comprar muy económico para desarrollar la infraestructura y en Monclova lo que quieren es vender”, comentó Coria.
Otros factores que inciden, agregó, es la mano de obra calificada, vías carreteras, férreas y aérea que deben estar en buenas condiciones, tener los insumos, de lo contrario, habría incumplimiento de garantías y devolución de productos.
Coria subrayó que el país tiene que trabajar en muchos frentes, si se quiere volver competitivo y atractivo a las inversiones para aprovechar el nearshoring que hoy es competido a nivel mundial, porque otros países están “levantando la mano” cuando en México están cambiando las políticas que a muchos empresarios del extranjero les da desconfianza invertir.
En una encuesta de la consultora Kearney, se expuso que los países de Europa Central y del Este se están beneficiando del nearshoring para atender el mercado de la Unión Europea, por ejemplo, en Polonia la inversión extranjera se ha duplicado y México no es el único atractivo para la relocalización de los capitales.
A algunas empresas del extranjero les conviene más establecerse en Alemania, Francia, Polonia o Hungría, porque cuesta casi lo mismo hacer una fábrica ahí (por la mano de obra barata, subsidios, tierra barata y menos impuestos), que modernizar sus plantas antiguas obligadas por la transición global a la producción limpia como los autos eléctricos, así que ya no es tan atractivo México y el norte del país para esas empresas.