Con un Campeonato de Constructores que parece perdido, Red Bull, Max Verstappen y Checo Pérez están urgidos de unas mejoras para conservar el Campeonato de Pilotos.
Sergio Pérez, Max Verstappen y todo el equipo Red Bull están urgidos de una actualización milagrosa que evite que protagonicen la peor caída de un equipo en una temporada de F1 en 60 años.
Cuando inició la temporada, los que dijeron que Max Verstappen ganaría 20 Grandes Premios y que Red Bull dominaría tranquilamente el campeonato de Constructores, no contaban con la debacle del equipo austriaco.
Su última llamada es el Gran Premio de Austin, donde, en teoría, llevarán una actualización del RB20 que si bien, tal vez, no resuelva por completo su falta de competitividad, por los menos compense algo del trecho perdido en rendimiento frente a McLaren.
Actualmente, en la tabla de Constructores Red Bull ya no tiene la cima y ve cómo Ferrari también apunta a dejarlos atrás, en el tercer lugar, cuando a media temporada los de las bebidas energizantes no tenían rival en los campeonatos que se disputan.
Hoy, McLaren (más allá de alerones flexibles y otras cuestiones técnicas) tiene el auto más rápido y confiable de la parrilla, y por mucho.