El Barcelona sigue imparable en LaLiga, acumulando victorias en todas las jornadas. Tras anotar cuatro goles contra el Girona en Montilivi, este fin de semana logró una contundente victoria por 1-5 ante el Villarreal en La Cerámica. A pesar de la resistencia inicial del equipo local, el Barça demostró su superioridad y consolidó su liderazgo en el campeonato.
Este equipo, que parece invencible en la competición, ha mostrado una capacidad asombrosa para superar obstáculos. Un ejemplo claro fue la lesión de Ter Stegen, que dejó a Deco visiblemente preocupado en el palco, pero el equipo respondió de manera brillante. No solo defendieron el triunfo, sino que terminaron aplastando al Villarreal, que poco pudo hacer ante la arrolladora potencia del líder.
Lewandowski volvió a ser protagonista con dos goles más, alcanzando seis en seis partidos. A pesar de fallar un penalti tras una revisión del VAR por una falta a Lamine Yamal, su rendimiento fue sobresaliente. Raphinha también se destacó con un doblete, aunque la celebración del equipo estuvo marcada por la preocupación por la lesión de su capitán.
A pesar de posibles complicaciones en Europa, el Barcelona sigue dominando en LaLiga, con 22 goles en los últimos tres partidos, todos resueltos con amplias goleadas. El técnico Hansi Flick ha sabido encontrar soluciones a cada problema que se le ha presentado.
Una de las sorpresas del partido fue Pablo Torre, quien sustituyó a Marc Casadó y se convirtió en uno de los protagonistas del encuentro. No solo asistió a Lewandowski para el primer gol, sino que también anotó el 1-3 con un espectacular disparo desde fuera del área, en un momento clave del partido.
El Villarreal, aunque luchador, vio cómo el VAR anuló dos de sus goles, uno de Ayoze y otro de Barry. Sin embargo, la contundencia del Barcelona fue indiscutible, demostrando que el equipo no solo se recuperó de la derrota en Mónaco, sino que regresó a LaLiga con un espectáculo de goles y calidad de juego.