La planificación familiar y el intervalo entre embarazos son aspectos fundamentales en el ámbito de la salud reproductiva. Muchas personas se preguntan: ¿cuánto tiempo debería transcurrir entre un embarazo y otro para asegurar el bienestar de la madre y el bebé?
La respuesta puede resultar sorprendente, ya que no se trata únicamente de preferencias personales, sino de un asunto de salud pública. Permitir el tiempo adecuado entre embarazos puede prevenir complicaciones serias tanto para la madre como para el recién nacido.
Recientemente, el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGSR) de la Secretaría de Salud de México presentó el *Lineamiento Técnico para la Prestación de Servicios de Anticoncepción Posevento Obstétrico*. Este documento enfatiza la importancia de utilizar anticonceptivos de inmediato después de un evento obstétrico, como un parto, cesárea o aborto, asegurando que las personas gestantes puedan espaciar sus embarazos de manera adecuada.
**El tiempo recomendado: ¿por qué esperar dos años?**
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja esperar al menos dos años entre embarazos para disminuir los riesgos a la salud materna y neonatal. Este tiempo es crucial para que el cuerpo de la madre se recupere por completo del embarazo anterior y esté en condiciones óptimas para una nueva gestación.
Según Yolanda Varela Chávez, directora general del CNEGSR, seguir esta recomendación podría reducir la mortalidad materna en un 30% y la mortalidad infantil en un 10%, datos respaldados por estudios internacionales que evidencian el impacto positivo del espaciamiento adecuado en la salud pública.
Cuando una mujer no permite que su cuerpo se recupere debidamente entre embarazos, aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves, como anemia, partos prematuros y bebés con bajo peso al nacer. También se incrementa la probabilidad de complicaciones posparto, como hemorragias o infecciones.
**Anticoncepción posevento obstétrico: una estrategia esencial**
El nuevo lineamiento del CNEGSR se enfoca en la anticoncepción posevento obstétrico, ofreciendo métodos anticonceptivos de inmediato tras un parto, cesárea o aborto. Esta estrategia empodera a las personas gestantes para decidir el momento más adecuado para un nuevo embarazo, lo que beneficia su salud y la de sus familias.
Ana Cristina Arteaga Gómez, directora general del Instituto Nacional de Perinatología, enfatizó que es fundamental respetar los derechos reproductivos en México, asegurando que los servicios de anticoncepción sean accesibles, gratuitos y sin discriminación. Además, esta estrategia es clave para reducir los embarazos en adolescentes, un grupo particularmente vulnerable a los riesgos de tener embarazos poco espaciados.
**Acceso a anticonceptivos en México: situación actual**
Según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2023, el 74.7% de las mujeres mexicanas de entre 15 y 49 años utiliza algún método anticonceptivo. Sin embargo, un 12.2% aún enfrenta una necesidad no satisfecha de anticonceptivos, lo que indica una área de mejora importante en las políticas de salud pública.
Este nuevo lineamiento busca precisamente cerrar esa brecha, garantizando que todas las personas con capacidad de gestar tengan acceso a servicios de anticoncepción, especialmente después de un evento obstétrico. Gilberto Tena Alavez, presidente del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, destacó que este esfuerzo también está alineado con el Plan Nacional de Desarrollo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 de la ONU, que incluyen la reducción de la mortalidad materna y el acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva.