El Girona sufrió una nueva derrota ante el Valencia, equipo que aún no había conseguido los tres puntos en la temporada. Dos goles desde fuera del área, en apenas dos minutos al inicio de la segunda mitad, sentenciaron a los ‘blanc-i-vermells’, quienes mostraron poca profundidad y generaron muchas dudas, especialmente con las nuevas incorporaciones en el once titular.
Los catalanes llegaron a Mestalla con un estadio lleno, a pesar de la mala situación del Valencia, que era colista con solo un punto en cinco jornadas. Cargando con el esfuerzo del debut en la Champions contra el PSG, el Girona sorprendió con ocho cambios respecto a su último once, influidos principalmente por la carga física.
Durante el primer tiempo, los dirigidos por Míchel no lograron ser efectivos ni llegar con peligro al último tercio del campo. Los jugadores menos habituales no supieron imponer superioridad ante un Valencia que se mostró bien organizado, buscando revertir su situación.
Daley Blind, ocupando el carril izquierdo ante la ausencia de Miguel, fue el jugador más destacado de los visitantes, distribuyendo el juego y moviéndose hacia el centro del campo. Por el Valencia, Javi Guerra mostró su calidad, siendo una figura clave con su despliegue y llegada al área.
Aunque el Girona dominó la posesión, ambos equipos generaron pocas ocasiones de gol, destacándose más por su solidez defensiva que por su ataque. El segundo tiempo guardó las emociones del partido.
El entrenador Míchel no se mostró satisfecho en ningún momento, lo que probablemente motivó a sus jugadores a salir con más energía tras el descanso. Sin embargo, esa energía solo se tradujo en ataque, ya que defensivamente el Girona cometió errores que le costaron el partido en dos minutos.
La falta de ajustes entre la defensa y el centro del campo permitió que Luis Rioja y Dani Gómez marcaran dos goles casi idénticos desde fuera del área, con la ayuda de desvíos en Juanpe, que cambiaron la trayectoria del balón, dejando a Gazzaniga sin opciones (56’ y 58’).
En solo 120 segundos, el Valencia obtuvo una ventaja inesperada que dejó al Girona en una situación complicada. Míchel realizó cinco cambios en un intento de reactivar a su equipo, pero el Valencia mantuvo su solidez defensiva.
A pesar de una reacción rápida del Girona, el portero del Valencia, Mamardashvili, demostró su calidad al detener un cabezazo de Misehouy, impidiendo que los visitantes se metieran en el partido. Aunque el marcador no reflejaba una gran diferencia, el Girona no pudo generar peligro real ni confianza en su juego.
El Valencia, por su parte, se mantuvo firme y logró su primera portería a cero de la temporada, lo que les dará confianza para los próximos encuentros. En cambio, el Girona no logró encontrar su ritmo ni generar ocasiones claras que les permitieran remontar. Yangel Herrera, quien regresó de una lesión, tuvo una oportunidad clara, pero la defensa del Valencia, con Tárrega a la cabeza, evitó el gol.