El especialista destacó que un 56% de los casos pueden prevenirse modificando hábitos desde la juventud.
"La demencia es una enfermedad del adulto pobre que progresa en un cerebro que cada vez se ve más afectado por factores como la educación insuficiente, pérdida auditiva, hipertensión arterial, tabaquismo, obesidad, diabetes, sedentarismo y depresión, señaló el especialista en psiquiatría y psicogeriatría”, Jesús Suárez González.
Abundó que los diversos estudios han revelado que los niveles altos de desigualdad y de pobreza en América Latina contribuyen al envejecimiento cerebral más rápido y que las personas con estudios menores a secundaria tienen un mayor riesgo.
Aclaró el médico que hasta el 56 por ciento de los casos se pueden prevenir mediante la modificación de catorce factores, entre los cuales destacan los arriba mencionados, con especial énfasis en el sedentarismo.
Sin embargo, las acciones preventivas deben abordarse en edades tempranas, de manera que los jóvenes tendrían que comenzar a la brevedad a practicar deporte y cuidar su salud para llegar a ser adultos en plenitud y postergar la aparición de los padecimientos que se enmarcan en el ámbito de la demencia.
“En más de una ocasión me han preguntado los hijos de familiares con enfermedades como el Alzheimer; les he dicho que apenas el 10 por ciento de los casos tiene relación genética y el hecho de saber que tienen ese riesgo los debe llevar a tomar acciones que permitan contrarrestar la aparición de estos males”, indicó.
Apuntó que hay otros temas como la contaminación del aire y la pérdida visual y auditiva ya que la falta de estos sentidos contribuye de manera importante en el deterioro cognitivo y reiteró el llamado a la prevención en edades tempranas.