Un estudio reciente sugiere que las bodegas locales y los pequeños comercios del vecindario podrían estar contribuyendo a la obesidad infantil en Estados Unidos.
Según el estudio, los niños tienen más del 50% de probabilidades adicionales de desarrollar obesidad si viven en áreas sin acceso fácil a tiendas de comestibles que ofrezcan alimentos frescos y saludables. "El acceso a alimentos saludables podría ser crucial para prevenir la obesidad durante la niñez y la adolescencia", afirmó el investigador principal, Izzuddin Aris, profesor asistente de medicina poblacional en el Instituto de Atención de la Salud Pilgrim de la Universidad de Harvard.
El estudio analizó datos de más de 28,000 niños estadounidenses, recolectados en el marco de un estudio de salud infantil de los Institutos Nacionales de la Salud. Se evaluó el acceso a alimentos saludables en los vecindarios de estos niños, considerando que un tercio o más de los residentes vivan a más de media milla de una tienda de comestibles en áreas urbanas, o a más de 10 millas en áreas rurales.
Los resultados mostraron que aproximadamente el 23% de los niños tenían madres que vivían en áreas de bajo acceso a alimentos durante el embarazo, y alrededor del 24% residían en tales áreas durante la primera infancia. Vivir en estos vecindarios durante el embarazo o la primera infancia se asoció con un mayor índice de masa corporal (IMC) en la infancia a los 5 y 15 años. Además, estos niños tenían más del 50% de probabilidades de ser obesos a los 5, 10 y 15 años.
Estos hallazgos son consistentes con investigaciones anteriores que revelan un aumento constante en las tasas de obesidad infantil, a pesar del creciente problema de inseguridad alimentaria en EE. UU. En 2022, alrededor del 17% de los niños vivían en hogares con inseguridad alimentaria, en comparación con casi el 13% en 2021.
El estudio fue publicado en la edición del 16 de septiembre de la revista *JAMA Pediatrics*. Investigaciones previas también indicaron que las personas en los vecindarios más pobres de EE. UU. tienen un 80% más de riesgo de obesidad.
"Nuestros hallazgos destacan la importancia de invertir en estrategias para mejorar el acceso a alimentos saludables durante los primeros años de vida", concluyó Aris. "Esto podría incluir incentivos para la apertura de nuevos supermercados en vecindarios de bajos ingresos, la provisión de despensas con opciones saludables y la mejora del acceso a alimentos saludables en tiendas minoristas y de conveniencia. Estas inversiones podrían ser clave para prevenir la obesidad infantil y fomentar comunidades más saludables".