Su defensa alegó que el padre cumplió más de la mitad de la condena de 13 años por abuso sexual.
El ex director del seminario diocesano de Piedras Negras, Juan Manuel Riojas Martínez, mejor conocido como el ‘Padre Meño’, quien fue encontrado culpable de abuso sexual en contra de uno de los seminaristas, habría salido en libertad ayer por la tarde luego de que un juez otorgó la libertad condicional, informaron medios de comunicación de la localidad fronteriza.
Riojas Martínez cumplía una condena de 13 años de prisión en el Centro Penitenciario de Piedras Negras, sin embargo, la sentencia fue conmutada durante una audiencia en la que la defensa solicitó, por segunda vez, la libertad del inculpado. El ‘Padre Meño’ habría cumplido más de la mitad de la condena, argumento esgrimido por los abogados defensores para solicitar los beneficios que la propia ley otorga. En 2017, Javier, una de las víctimas, denunció al sacerdote ante la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado de Coahuila (PGJE) por violación calificada con abuso de autoridad en agravio a un menor de edad. En aquel momento, el obispo de Piedras Negras, Alonso Garza Treviño –ahora en retiro– le habría prometió a Javier que enviaría el caso a la Santa Sede y que le asignaría un siquiatra. El obispo también ofreció demandar penalmente al ‘Padre Meño’, pero dijo que esperaría hasta después de la colecta del Seminario, que era el 17 de febrero. El ‘Padre Meño’ se dio a la fuga el 24 de marzo de 2017, luego de que se emitiera una orden de aprehensión en su contra por delitos graves. Durante meses, su paradero fue un misterio, lo que generó una intensa búsqueda por parte de las autoridades y una gran expectativa en la opinión pública. No fue hasta agosto de ese mismo año cuando, tras la presión mediática y el trabajo de las fuerzas del orden, el sacerdote decidió entregarse voluntariamente a las autoridades, marcando el inicio de su proceso judicial.
En 2018, el ‘Padre Meño’ fue formalmente condenado por los delitos de violación calificada y violación calificada en grado de tentativa, cargos que fueron comprobados durante el juicio. La sentencia llegó después de un exhaustivo proceso legal en el que se presentaron pruebas contundentes y testimonios de las víctimas, quienes relataron los detalles de los abusos sufridos. La condena fue vista como un ejemplo de justicia para las víctimas.