Con tan solo 14 años de edad, ya era un gran saxofonista profesional.
Irvin Ríos Valdés, un joven músico con unas ganas inmensas de salir adelante, un compromiso por cumplir sus sueños, que llenó de alegría los corazones de quienes lo escuchaban tocar el saxofón, dejó este plano terrenal legando una gran enseñanza para sus compañeros, amigos y familiares: Vivir cada día al máximo haciendo lo que les haga feliz y disfrutar su trabajo.
Con tan solo 14 años de edad, hoy Irvin es recordado como un gran artista en toda la extensión de la palabra, pues desde que era un niño pequeño supo que su verdadero destino era ser un músico lleno de alegría y comprometido en dar lo mejor de sí mismo, personal y profesionalmente, a pesar de su juventud, no dudó ni un segundo en comenzar a trabajar en perseguir su verdadero sueño, que, indudablemente, logró cumplir.
Historia. Daniel Pérez, compañero musical de Irvin, expuso que Irvin con una corta edad, logró integrarse a la agrupación “Romeo Ibarra y su Perla Del Norte”, pues al ver su gran talento, no dudaron en darle la oportunidad y tiempo después, al cumplir 13 años se integró al grupo “Dany Pérez y El Impakto Music”.
Asegura que su joven amigo llegó con unas ganas inmensas por aprender desde el primer día, con su saxofón, nunca dejó de aprender canciones para adaptarse y hacer notar su compromiso e interés por llenar el gran espacio que debe tener un verdadero músico. “Logró ganarse un lugar muy importante en el grupo, pero sin duda, cada integrante por individual, tuvo una gran relación personal con él, siempre nos contagiaba de alegría y nos entendíamos perfectamente a pesar de la diferencia de edad, pues, aunque prácticamente era un niño, siempre demostró un gran profesionalismo, sin dejar de lado sus ocurrencias y chistes como todo joven”, resaltó.
Responsabilidades. Dany destacó que, desde que Irvin se integró a la agrupación, comprendieron la responsabilidad que esto significaba, pues tanto los padres del joven, como los integrantes del grupo, nunca dejaron de cuidarlo, esto a pesar de saber que él era sumamente responsable.
“Por lo que me platicaron sus papás desde un inicio, cuando él tenía ocho años de edad aproximadamente tuvo su primer saxofón, pues él viene de familia de músicos y ya lo traía en la sangre, por lo que no desaprovechó las oportunidades que se le presentaron, era muy alegre, tenía mucho entusiasmo, siempre estaba de buenas y era un muchacho con mucho carisma”, resaltó.
Apoyo incondicional. Aclaró que, desde un inicio, sus papás y sus abuelitos entendieron lo que le hacía feliz a Irvin, pues incluso, ellos lo apoyaron, lo llevaban a los ensayos, a los eventos y nunca lo dejaron solo, pues sabían que el trabajar en una agrupación como todo un profesional era una gran responsabilidad, pero no dejaba de ser un niño, por lo que siempre contó con la protección de su familia.
Sin duda, ver a Irvin trabajar fue uno de los mejores recuerdos para su familia, pues siempre se mostró plenamente feliz, incluso, recientemente, la agrupación grabó videos musicales en la ciudad de Monterrey, lo que quedará plasmado para toda la vida, ahí se logra ver la gran emoción que tenía por estar cumpliendo sus sueños y el incomparable talento que lo distinguía.
Respeto. “Siempre tuvo muchas ganas de aprender, de vivir, de conocer y demostrar su disciplina al formar parte de un grupo musical, cuando le decíamos, que se tenía que aprender una nueva canción, nunca ponía ni un pero y se enfocaba en sus ensayos hasta que lograba su objetivo, definitivamente esto era la muestra del gran respeto que le tenía a sus compañeros, los cuales ya cuentan con una gran experiencia en el ámbito y obviamente el demostró que no se podía quedar atrás”.
Interés. La relación que Irvin con sus compañeros músicos era muy especial, a pesar de ser muy joven, comprendía la seriedad con la que se debían de abordar ciertos temas.
“Desde un inicio se interesó en conseguir su vestuario como el del resto de sus compañeros, sus botas y su sombrero siempre impecables lo comenzaban a caracterizar. A pesar de ver el lado serio, respetuoso y profesional del muchacho, sus compañeros siempre valoraron mucho la alegría que aportaba al grupo, siempre bromeaba con todos, por eso no dejaremos de recordarlo como un niño con grandes valores y mucha educación”, señaló Daniel.
Carisma. Irvin Ríos logró dar ese contraste a la agrupación, entre la experiencia y la juventud, contagiando de felicidad y entusiasmo tanto a los integrantes de la agrupación como al público que lo veía y escuchaba. Sin duda, él logró ganarse el cariño de mucha gente en muy poco tiempo, dejando una huella imborrable en la vida de muchos".
Pérdida. “Esta es una pérdida muy fuerte para nosotros, para su familia y amigos, lo vimos evolucionar en muy poco tiempo tanto musical como personalmente, hoy solo nos queda seguir adelante, tomándolo como un gran ejemplo de dar lo mejor cada día de nuestras vidas. Sabemos que solo se nos adelantó un poquito en el camino, estuvo muy poco tiempo de paso por esta a vida, pero logró dejarnos grandes enseñanzas. Sabemos que es uno de los tragos más amargos para su familia, es algo que no logramos asimilar”, agregó.
Lamentablemente, el pequeño músico, en tan solo un mes, tuvo afectaciones de salud, lo que lo llevó a dejar este plano terrenal, sus compañeros, tanto de su agrupación, como colegas de otros conjuntos tenían programado un evento con causa para recolectar fondos para su recuperación, sin embargo, lamentablemente Inrvin se fue antes.
Sus compañeros de diversos grupos musicales decidieron seguir adelante con el evento, el cual, se llevará a cabo en el Salón Grupo Galca, en la calle Soledad de la colonia Occidental de ciudad Frontera, Coahuila, el próximo domingo 22 de septiembre. Los boletos individuales tendrán un costo de 100 pesos, todo lo recaudado será entregado a la familia en el mismo evento de manera pública. Los organizadores esperan contar con el apoyo de toda la gente.