Agentes acudieron rápidamente al lugar para realizar las diligencias correspondientes, encontrando solo una amenaza en redes sociales y sin evidencia de una situación real.
Un fuerte rumor sobre posibles actos violentos en las escuelas Glass y Graves, ubicadas en Eagle Pass, Texas, generó gran preocupación y una movilización masiva de autoridades policiacas la mañana del martes. La alerta, aunque posteriormente fue desmentida por las autoridades, motivó a muchos padres de familia a acudir de inmediato a los planteles escolares para recoger a sus hijos, lo que resultó en la pérdida de un día de clases para varios estudiantes.
Según el superintendente del Distrito Escolar Independiente de Eagle Pass, Samuel Mijares, la alarma se originó a partir de un comentario realizado por una madre de familia.
Amenazas. Ella afirmó haber visto una supuesta amenaza publicada en redes sociales que mencionaba un posible ataque en las escuelas. Aunque la amenaza no fue considerada creíble, Mijares subrayó que, como parte del protocolo del distrito, se informó a los padres de familia para que estuvieran al tanto de la situación. "Es importante que los padres tengan conocimiento de cualquier rumor que pueda implicar la seguridad de sus hijos", señaló el superintendente. No obstante, muchos padres decidieron no esperar y acudieron a las escuelas para llevarse a sus hijos a casa, lo que provocó una interrupción significativa en el horario académico.
El jefe de la Policía de Eagle Pass, Crestino Inocencio, confirmó que las autoridades locales, en coordinación con otras agencias de la ley, implementaron un operativo de seguridad en las dos escuelas afectadas por el rumor. A pesar de que, tras una investigación preliminar, no se encontró evidencia de una amenaza real, Inocencio destacó que la seguridad de los estudiantes es la prioridad absoluta. "Aunque no había fundamento en la amenaza, seguimos nuestro protocolo de seguridad y brindamos apoyo en los planteles para asegurar que los niños estuvieran a salvo", explicó el jefe policiaco.
Inocencio también afirmó que, aunque el operativo fue preventivo y no se detectó ningún riesgo inminente, las autoridades actuaron de inmediato para garantizar la tranquilidad de la comunidad escolar. "Los rumores pueden tener un gran impacto, y aunque en este caso no se encontró ninguna amenaza concreta, entendemos la preocupación de los padres y respetamos su decisión de retirar a sus hijos", agregó.
La respuesta de los padres fue rápida y, en muchos casos, marcada por la preocupación y el miedo, dado el clima de violencia que en ocasiones se vive en las escuelas de los Estados Unidos.