La iniciativa, liderada por el presidente municipal Roberto Piña Amaya, buscó fortalecer la conexión con las comunidades rurales.
Por primera vez en la historia del municipio de Frontera, el tradicional Grito de Independencia no se llevó a cabo en la plaza principal, sino en el Ejido 8 de Enero, con el objetivo de fortalecer la convivencia con las comunidades rurales.
En un evento sin precedentes, el presidente municipal, Roberto Piña Amaya, emitió el clásico grito ante cientos de personas en la plaza de dicho ejido a las 9:30 de la noche.
Además de los habitantes del Ejido 8 de Enero, también participaron miembros de las comunidades vecinas, Ejido La Cruz y Anexo Colón, quienes se unieron a la celebración patria en un ambiente.
Tras culminar el acto en el ejido, Piña Amaya se trasladó a la plaza principal de Frontera, donde se dispuso una pantalla gigante para que los asistentes pudieran presenciar en vivo el Grito de Independencia emitido por el presidente de la república desde la Ciudad de México.
Este cambio de sede marca un precedente en las festividades del municipio, promoviendo la inclusión y fortaleciendo los lazos entre las zonas urbanas y rurales de Frontera.