Desde hace tiempo se ha considerado que la clave para la posible cura del VIH, el virus que causa el sida, podría encontrarse en los denominados "controladores de élite". Estos son individuos que han vivido con el VIH durante años, incluso más de 30 en algunos casos, y nunca han recibido tratamiento, ya que su sistema inmunológico ha logrado mantener el virus bajo control.
Un estudio reciente realizado por el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS), en colaboración con el Ragon Institute of Massachusetts General Hospital, MIT y Harvard (EE.UU.), y publicado en la revista *The Journal of Clinical Investigation*, sugiere que el secreto de este control radica en la cantidad de genoma completo del virus presente en el organismo. Según el estudio, la falta de capacidad del VIH para replicarse y generar nuevas copias está relacionada con la cantidad reducida de virus completo en el cuerpo.
El estudio también indica que algunos controladores de élite podrían estar efectivamente curados del VIH, ya que, en muchos casos, no se detectan virus completos o, si se encuentran, están en niveles tan bajos que no tienen capacidad de replicarse.
Los controladores de élite del VIH se dividen en dos subgrupos: aquellos que eventualmente pierden el control de la carga viral y aquellos que mantienen el control de manera indefinida. Utilizando técnicas avanzadas para caracterizar el virus y estudiar el reservorio viral —las áreas del genoma celular donde el VIH permanece latente—, el equipo de investigación descubrió que los individuos que pierden el control, a pesar de tener baja cantidad de virus completos, tienen estos virus integrados en regiones del genoma accesibles a la maquinaria celular, lo que podría permitir la producción de nuevos virus detectables en la sangre, según Ezequiel Ruiz-Mateos, investigador principal del estudio y responsable del Grupo de Inmunovirología del IBiS.
Por otro lado, aquellos que mantienen el control indefinido del virus tienen niveles significativamente más bajos de virus completos. En la mayoría de estos individuos, el 70%, no se detectaron virus completos en las células analizadas, indicando que no tienen virus con capacidad infectiva. Carmen Gasca-Capote, primera autora del estudio, explica que estos controladores persistentes tienen virus completos integrados en regiones del genoma llamadas "desiertos génicos", zonas de latencia profunda donde los virus no pueden producir nuevas copias infectivas.
Esta investigación abre la posibilidad de estudiar en profundidad los mecanismos que permiten al virus quedar atrapado en estas áreas inactivas del genoma. El objetivo es identificar objetivos para desarrollar inmunoterapias que permitan a la mayoría de las personas con VIH controlar el virus de la misma manera que los controladores persistentes, acercándonos así a una posible cura de la infección, según Ruiz-Mateos.