Un equipo de investigadores canadienses ha hallado que la metformina, un fármaco comúnmente recetado para la diabetes tipo 2, podría tener un papel crucial en la erradicación del VIH en pacientes que reciben tratamiento antirretroviral. Este descubrimiento ha sido detallado en un estudio reciente publicado en la revista *iScience*, dirigido por la inmunóloga Petronela Ancuta del Centro de Investigación de la Universidad de Montreal.
En 2021, el mismo equipo ya había demostrado que el uso de metformina durante tres meses mejoraba la respuesta inmunitaria de los pacientes y reducía la inflamación crónica, que suele estar vinculada a complicaciones como enfermedades cardiovasculares.
Ahora, los investigadores han encontrado que, además de estos efectos beneficiosos, la metformina también podría inhibir la replicación del VIH en los linfocitos T CD4, células del sistema inmunológico donde el virus suele esconderse.
La doctora Ancuta comentó: «Los resultados iniciales nos sorprendieron. La metformina tuvo un efecto dual: incrementó el número de células infectadas por el VIH, pero también impidió que el virus se liberara de estas células». Un aspecto clave de este mecanismo es que la metformina aumenta la expresión de la proteína BST2, que actúa como un "pegamento" que mantiene los viriones del VIH adheridos a la superficie de las células infectadas, facilitando su detección y eliminación por el sistema inmunológico.
Este avance abre nuevas posibilidades para la estrategia de erradicación del VIH conocida como «shock y matar», que busca reactivar y destruir las células infectadas. Ancuta sugiere que, combinando la metformina con anticuerpos ya empleados en tratamientos, se podría identificar y eliminar las células infectadas por el VIH. Ella afirma: «En personas que viven con VIH y están bajo tratamiento antirretroviral, podríamos utilizar la metformina para reactivar las células reservorio que replican el virus tras la interrupción del tratamiento, junto con anticuerpos clínicamente utilizados y bien tolerados. Estos anticuerpos podrían entonces detectar y eliminar las células infectadas menos frecuentes».
En la siguiente etapa de su investigación, Ancuta planea iniciar un ensayo clínico para confirmar estos resultados obtenidos in vitro.