Cuáles son las 3 patologías oculares más recurrentes de México

La salud ocular a menudo pasa a un segundo plano, pero su importancia es innegable. La visión es esencial para llevar a cabo nuestras actividades diarias, desde leer hasta desplazarnos con seguridad.

En México, más de 2.6 millones de personas sufren algún tipo de deficiencia visual, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Estas deficiencias pueden afectar gravemente la calidad de vida si no se abordan a tiempo. En el país, tres de las patologías oculares más comunes son las cataratas, la retinopatía diabética y el glaucoma.

**Cataratas: la principal causa de ceguera en México**

Las cataratas afectan principalmente a personas mayores y se caracterizan por la opacidad del cristalino, el lente natural del ojo, lo que resulta en una visión borrosa. Si no se trata, puede llevar a la ceguera. Entre el 40% y el 50% de los casos de ceguera en México se deben a cataratas, siendo especialmente comunes en la vejez. Sin embargo, accidentes y enfermedades crónicas como la diabetes también pueden contribuir a su desarrollo.

La cirugía es la solución más efectiva para las cataratas, ya que reemplaza el cristalino afectado con una lente artificial. No obstante, el acceso a esta intervención puede ser limitado debido a recursos insuficientes o a la falta de atención oftalmológica. Por ello, es crucial fomentar exámenes regulares con un oftalmólogo, especialmente en mayores de 60 años.

**Retinopatía diabética: una preocupación creciente**

La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones en México, y una de sus principales complicaciones es la retinopatía diabética. Esta condición ocurre cuando los altos niveles de glucosa en sangre dañan los vasos sanguíneos de la retina, causando hinchazón, fugas de líquido e incluso bloqueando el flujo sanguíneo a la retina.

Se estima que una de cada tres personas con diabetes desarrollará algún grado de retinopatía diabética, convirtiéndola en la causa más común de ceguera en personas entre 20 y 74 años. La International Agency for the Prevention of Blindness (IAPB) reporta una prevalencia del 31.5% en la población mexicana.

El mejor método de prevención es mantener un control adecuado de los niveles de azúcar en sangre. Además, es recomendable que las personas con diabetes se realicen exámenes oftalmológicos anuales. Detectar la retinopatía diabética en sus primeras etapas puede ser crucial para preservar la visión.

**Glaucoma: el ladrón silencioso de la visión**

El glaucoma, conocido como el “ladrón silencioso de la visión”, progresa lentamente sin síntomas evidentes hasta que el daño es considerable. Esta enfermedad afecta el nervio óptico y provoca pérdida de visión periférica. Es la principal causa de ceguera irreversible en todo el mundo, afectando a más de 64 millones de personas entre 40 y 80 años, con una proyección de más de 111 millones para 2040.

En Latinoamérica, la prevalencia del glaucoma es del 4.5%, siendo más alta que en otras regiones. Lo alarmante es que muchas personas no saben que padecen esta enfermedad hasta que su visión ya está severamente afectada. Un diagnóstico temprano es esencial para prevenir la progresión de la ceguera. Por ello, se recomienda realizarse exámenes de presión intraocular y revisar el estado del nervio óptico, especialmente si se tienen antecedentes familiares de glaucoma.

**La importancia de las revisiones periódicas**

Mantener una buena salud visual es crucial para conservar la calidad de vida y la autonomía personal. Las enfermedades oculares como cataratas, retinopatía diabética y glaucoma pueden tener un impacto significativo en la visión, pero a menudo son prevenibles o tratables si se detectan a tiempo. Es fundamental que la población mexicana sea consciente de la necesidad de exámenes periódicos con un especialista. Un diagnóstico temprano puede ser la clave para mantener la independencia y evitar la pérdida total de la visión.

Hacer un llamado a la conciencia sobre la salud visual no es solo una recomendación, sino una acción crucial para evitar futuros problemas. Preservar una visión saludable es esencial para mantener nuestra libertad, autonomía y calidad de vida.

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