Rogelio Iracheta, de la UCA, explica la caída en ventas y dificultades financieras.
En los últimos meses, la afluencia de comerciantes en las pulgas de la localidad ha disminuido considerablemente, debido a la caída de ventas que ni siquiera permite reúnan el suficiente dinero para pagar el piso y lo que implica colocar el puesto.
Rogelio Iracheta dirigente de la UCA (Unión de Comercio Ambulante) declaró que, un pulguero gasta 300 pesos en ir a vender y en ocasiones no logran juntar eso en sus ventas de todo el día. Son 60 pesos de piso, 10 de limpieza, 150 de comida para los vendedores que generalmente van en parejas y además la gasolina que evidentemente supera los 50 pesos para los dos viajes que realizan el de ida y regreso.