'Las risas de un niño son medicina para el alma'.
Beatriz Segura es una mujer de espíritu inquieto y emprendedor. Desde muy joven, trabajó como diseñadora para varios medios de comunicación en Monclova, Coahuila, donde se forjó una carrera sólida y llena de creatividad. Sin embargo, hace un par de años, su vida tomó un giro inesperado: decidió dejar todo atrás y buscar nuevas oportunidades en Estados Unidos como niñera.
Madre de tres hijos, una mujer y dos hombres, quienes han sido su mayor apoyo en este desafío, Beatriz nos comparte en esta entrevista su experiencia de reinvención personal, los retos que ha enfrentado y las lecciones que ha aprendido en esta nueva etapa de su vida.
Beatriz, has tenido una trayectoria interesante trabajando como diseñadora para varios medios en Monclova. ¿Qué te llevó a dar ese giro en tu vida y buscar oportunidades como niñera en Estados Unidos?
“Desde siempre he sido una persona inquieta y buscadora de nuevas experiencias. Trabajar como diseñadora me dio mucha satisfacción, pero también sentía que había algo más allá de mi zona de confort. Decidí aventurarme a Estados Unidos porque quería explorar nuevas posibilidades y, sobre todo, ofrecer una mejor vida para mis hijos. La idea de ser niñera surgió porque es una profesión en la que puedo ser útil, conectar con las personas y, al mismo tiempo, estar cerca de una familia, lo que para mí es fundamental”.
¿Cómo ha sido esta transición de diseñadora a niñera en un país extranjero?
“Ha sido un cambio radical, sin duda. Pasar de un trabajo más creativo a uno que requiere mucha paciencia y dedicación a nivel emocional ha sido todo un reto. Pero me ha ayudado a crecer como persona. He aprendido mucho sobre el cuidado y la crianza de los niños, a ser más flexible, y a adaptarme rápidamente a nuevas situaciones. Ha sido un proceso enriquecedor en todos los sentidos”.
¿Cuál ha sido el mayor desafío que has enfrentado desde que tomaste esta decisión?
“El mayor desafío ha sido adaptarme a una cultura diferente mientras me aseguraba de que mis hijos también se sintieran apoyados y conectados conmigo desde la distancia. A veces es difícil equilibrar mis propias emociones con las de los niños a los que cuido y mis propios hijos. También, dejar atrás a mi país y mi familia en Monclova fue un desafío emocional grande, pero sabía que era un paso necesario para encontrar nuevas oportunidades”.
Hablando de tus hijos, ¿cómo han manejado esta transición y cómo te han apoyado en este cambio de vida?
“Mis hijos han sido mi mayor fortaleza. Tengo una hija y dos hijos, y cada uno de ellos ha mostrado una madurez increíble. Siempre me han animado a seguir adelante, a no tener miedo del cambio. Hablamos todos los días y me mantienen motivada con sus mensajes de amor y apoyo. Saben que estoy haciendo esto por ellos, y eso nos mantiene unidos a pesar de la distancia”.
¿Qué ha sido lo más gratificante de esta nueva etapa en tu vida?
“Lo más gratificante ha sido sentir que estoy haciendo una diferencia real en las vidas de los niños a mi cuidado. A veces no nos damos cuenta de cuánto podemos impactar a otros con pequeñas acciones diarias. También, esta experiencia me ha permitido apreciar más a mi familia y valorar cada momento que comparto con ellos, aunque sea a través de una videollamada”.
¿Extrañas tu trabajo como diseñadora? ¿Te gustaría volver a ese campo en algún momento?
“La verdad es que sí, extraño el diseño. Extraño esa sensación de crear algo desde cero, de ver una idea cobrar vida en una pantalla o en papel. Pero también he encontrado creatividad en mi nuevo trabajo: en la forma en que interactúo con los niños, cómo planifico actividades para ellos y hasta en cómo comunico cosas difíciles. No descarto volver al diseño algún día, pero por ahora estoy disfrutando este nuevo capítulo”.
¿Qué le dirías a las mujeres que, como tú, están pensando en reinventarse y buscar nuevas oportunidades en el extranjero?
“Les diría que no tengan miedo de perseguir sus sueños, por más locos o difíciles que parezcan. Cada cambio trae consigo nuevos retos, pero también muchas recompensas. Siempre habrá días difíciles, pero lo importante es recordar el porqué de nuestra decisión y mantenernos firmes. La vida se trata de crecer, aprender y no dejarse limitar por el miedo”.