Ambos fueron víctimas de un secuestro virtual.
Una peculiar coincidencia unió a un estudiante universitario y una arquitecta de la Ciudad de México en un hotel de la privada Cuauhtémoc, en la Zona Centro de Monclova. Ambos se convirtieron en víctimas de extorsionadores que, a través de amenazas telefónicas, les indicaron que debían hospedarse en dicho lugar, bajo la advertencia de que, si no obedecían, matarían a sus familiares.
Elementos de Seguridad Pública fueron alertados de que una mujer era retenida contra su voluntad por un hombre en el hotel Díaz. Al llegar al sitio, el camarero señaló a un joven que fue inmediatamente detenido por los oficiales y trasladado a la comandancia, mientras que la mujer fue presentada como parte de los hechos.
El joven, identificado como Arturo “N”, de 18 años y residente de la colonia Valle del Mezquital, coincidía con un reporte recibido por el sistema de emergencias. Sus familiares, alarmados, aseguraban que había sido secuestrado por una banda delincuencial desde hacía tres horas y que les exigían 300 mil pesos como rescate.
Por su parte, la mujer, identificada como Lizeth Viridiana “N”, proveniente del centro del país, explicó que había llegado a Monclova por razones de trabajo. Relató que, en medio de la confusión, el joven le pasó el teléfono móvil desde donde un sujeto desconocido les amenazó, exigiendo que se hospedaran en el hotel.
Ambos fueron víctimas de un secuestro virtual. Durante el tiempo que estuvieron bajo las instrucciones de los extorsionadores, el joven realizó tres retiros de mil pesos y pagó tres recargas de 50 pesos a diferentes números con ladas de Saltillo y Ciudad de México.
El padre de Arturo “N” comentó que siempre pasaba a recoger a su hijo a la facultad y que le resultó extraño que, esta vez, no lo hiciera. Además, se preocupó al recibir una notificación de retiro de la tarjeta, ya que su hijo siempre le avisaba cuando necesitaba sacar dinero.
Tras esclarecerse la situación, el joven fue entregado a sus familiares, a quienes se les recomendó interponer una denuncia. A la arquitecta, Lizeth Viridiana “N”, se le brindó apoyo para llegar hasta la central de autobuses y regresar a su lugar de residencia.