Para la mayoría de las personas, la rutina diaria o casi diaria de ir al baño es algo natural y poco problemático. Sin embargo, para algunos, la necesidad de defecar en un baño público o en el trabajo puede causar una gran cantidad de estrés y ansiedad.
En respuesta a esta preocupación, el Departamento de Salud de Queensland en Australia lanzó una campaña en redes sociales titulada “Está bien hacer popó en el trabajo”. Esta campaña, que ha sido bien recibida tanto por expertos en marketing como en salud, aborda con humor este tema tabú. Un post en Instagram destaca los riesgos para la salud asociados con el "aguantarse", como hemorroides y otros problemas gastrointestinales, y señala: “Si te resulta extremadamente difícil usar el baño cuando hay otras personas cerca, podrías estar sufriendo de parcopresis”.
¿Qué es la parcopresis? La parcopresis, también conocida como "intestino tímido", ocurre cuando el miedo al juicio de los demás te dificulta usar el baño en lugares públicos, como restaurantes, el trabajo, la escuela, o incluso en casa cuando hay visitas. Esta condición puede desencadenar una serie de síntomas físicos y emocionales, como aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada, sudoración, tensión muscular, enrojecimiento, náuseas, temblores, o una combinación de estos síntomas. La preocupación constante por usar un baño público puede afectar significativamente tu vida laboral, social, y tu capacidad para asistir a eventos.
¿Es común? La prevalencia de la parcopresis no está claramente definida, en parte porque es difícil de medir. En un estudio, se pidió a 714 estudiantes universitarios que respondieran a una serie de situaciones en un centro comercial. Se les advirtió que debían ir al baño, el cual contaba con dos o tres cubículos en diferentes configuraciones. La tasa de evitación fue algo más del 14%, y los participantes tendían a evitar el uso del baño si los otros cubículos estaban ocupados, con una mayor incidencia en las mujeres en comparación con los hombres.
En el entorno laboral, la preocupación por ser juzgado por colegas o supervisores puede intensificar la ansiedad, especialmente si se va al baño con frecuencia.
Reduciendo la ansiedad
Es comprensible que esta situación cause ansiedad, pero para quienes la enfrentan de manera significativa, existen estrategias que pueden ayudar:
- Identifica y desafía los pensamientos negativos, recordándote que ir al baño es una necesidad normal.
- Utiliza técnicas de relajación para reducir la ansiedad.
- La exposición gradual a situaciones en las que se debe usar baños públicos en diferentes lugares puede ser útil.
- Emplea técnicas de distracción, como escuchar música, para desviar la atención.
Si la parcopresis está afectando tu calidad de vida, considera hablar con un médico o psicólogo. La terapia cognitivo-conductual puede ser especialmente beneficiosa para tratar este problema.