Un estudio reciente ha revelado que las víctimas afroamericanas de accidente cerebrovascular (ACV) llegan a las salas de emergencia significativamente más tarde que los pacientes blancos, lo que incrementa considerablemente su riesgo de muerte o discapacidad permanente.
La rapidez en el tratamiento de un accidente cerebrovascular es crucial, ya que cualquier retraso puede resultar en mayor daño cerebral. Los pacientes que llegan tarde a los hospitales pueden perder la oportunidad de recibir tratamientos avanzados, como medicamentos anticoagulantes o cirugía para la eliminación de coágulos.
Según los resultados del estudio, los pacientes afroamericanos tardan aproximadamente 28 minutos más en recibir atención de emergencia tras el inicio de los síntomas de un ACV, en comparación con los pacientes blancos. Estos hallazgos se publicaron en una edición reciente de la revista *Circulation*.
"La disparidad en la atención del ACV comienza incluso antes de que el paciente llegue al hospital", comentó la Dra. Regina Royan, profesora clínica asistente de medicina de emergencias en la Universidad de Michigan. "Es crucial enfocar nuestros esfuerzos en eliminar estas diferencias desde el momento en que un paciente llama al 911".
Además, los investigadores encontraron que los trabajadores de emergencias médicas tienen un 20% menos de probabilidad de notificar a un hospital sobre la llegada de un paciente negro con ACV, en comparación con un paciente blanco. También se observó que los pacientes hispanos y asiáticos tienen menos probabilidad de que los paramédicos hagan una notificación anticipada.
Garantizar que las salas de emergencia estén preparadas para recibir pacientes con ACV puede mejorar significativamente el tiempo de tratamiento y aumentar las probabilidades de supervivencia.
"Una notificación oportuna de ACV por parte del SEM puede mejorar la calidad y rapidez de la atención al llegar al departamento de emergencias, pero estas brechas en la notificación prehospitalaria persisten y podrían estar empeorando", afirmó el Dr. Brian Stamm, instructor clínico de neurología en la Universidad de Michigan.
El estudio analizó datos de la Asociación Americana del Corazón sobre más de 600,000 pacientes tratados por ACV entre 2015 y 2019. Aunque el porcentaje de pacientes negros y blancos que llamaron al 911 fue similar, los servicios de emergencias médicas tardaron más en trasladar a los pacientes negros a un hospital.
Además, los pacientes que viven en áreas desfavorecidas, con más pobreza y menos acceso al transporte, también experimentaron demoras en llegar a las salas de emergencia o en que se notificara al hospital con anticipación.
Estos retrasos en el transporte podrían estar relacionados con problemas sistémicos en la atención de emergencias médicas. La Dra. Tracy Madsen, vicepresidenta de investigación en medicina de emergencias de la Universidad de Brown, sugirió que futuros estudios podrían investigar cómo diferentes agencias de servicios médicos de emergencia influyen en el desempeño prehospitalario del ACV.